(Por Delfina Torres Cabreros. Página 12, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, jueves 14 de mayo de 2015)- Estudiantes universitarios de distintas agrupaciones políticas marcharon ayer a la mañana hasta la sede del rectorado de la UBA, donde estaba convocada una sesión del Consejo Superior, para exigir que se conforme “una comisión investigadora que evalúe las denuncias de corrupción en la universidad”. La movilización estudiantil hizo foco en las figuras del ex vicerrector Darío Richarte, el ex decano de Ciencias Económicas José Luis Giusti y el secretario de Hacienda, Emiliano Yacobitti, todos ellos referentes del radicalismo universitario y provenientes de Franja Morada. El proyecto no fue aprobado en la sesión y el rector Alberto Barbieri aseguró que “no existen denuncias” contra ellos “en lo que se refiere a la universidad”. También aseguró que la UBA ya cuenta “con todos los sistemas de control interno y de auditoría vigentes en la administración pública”.
A partir de las renuncias de Richarte –ex funcionario de la SIDE bajo el gobierno de la Alianza– a mediados de marzo y, un mes después, de Giusti –acusado por su ex esposa de violencia doméstica y de poseer propiedades no declaradas–, los consejeros superiores por la mayoría estudiantil (La Mella y PO) presentaron un proyecto para crear una comisión investigadora, que sea integrada por representantes de los tres claustros, de los gremios docente, no docente y estudiantil, y “tres personalidades que cuenten con el respeto y el reconocimiento que la tarea amerita”. La iniciativa fue respaldada por otras fuerzas políticas, como Unidos y Organizados, cuyos militantes también estuvieron presentes en la sesión con carteles de reclamo en alto. En esa línea, el proyecto también fue firmado por Federico Schuster, ex decano de Ciencias Sociales y consejero por la minoría de profesores.
Ante la propuesta, que fue rechazada por el consejo, el rector Barbieri remarcó que “no existe denuncia alguna contra Darío Richarte, José Luis Giusti y Emiliano Yacobitti en lo que se refiere a la universidad como ámbito de trabajo”, y agregó: “Si bien desconocemos lo que ocurre en su esfera privada, el resto son sólo conjeturas que apuntan a difamar, a desinformar y a tratar de instalar un escenario de crisis que hoy la UBA no vive”. El rector manifestó que crear una comisión de investigación es innecesario porque la universidad ya cuenta con todos los sistemas de control interno que corresponden, e incluso aseguró que “la UBA es una de las organizaciones que poseen uno de los controles más estrictos”. “Afirmar que no existen los mecanismos administrativos es desconocer cómo funciona la universidad”, replicó.
Como contraofensiva, el consejero estudiantil Bruno Razzari Brion, de Nuevo Espacio –la fuerza en la que fue reconvertida Franja Morada en la UBA, al mando de Yacobitti–, acusó de “ilegítima” la conducción de la FUBA y presentó un proyecto para que el Consejo Superior desconozca la autoridad de los dos presidentes de la federación.
“Nosotros somos mayoría estudiantil en el Consejo Superior y tenemos la mayor cantidad de centros de estudiantes y de delegados. Este proyecto es un intento de- sesperado de sacarse a la FUBA de encima, porque no pueden dar explicaciones sobre las acusaciones de corrupción que los rodean”, se defendió Adrián Lutvak (La Mella), copresidente de la federación estudiantil.
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