(Por Paola Alé.
DiarioUno, Mendoza, miércoles 17 de diciembre de 2014)- Nada, absolutamente
nada, ha sido discutido tanto en la Legislatura como el proyecto de la ley
provincial de educación. Desde 2007, centenares de consultas, disertaciones,
opiniones, tachones y enmiendas se han acumulado en torno de un texto que nunca
termina de ver la luz en el recinto de sesiones. La ley está presa de un
hechizo: cuando las voluntades de oficialistas y opositores se alinean y ellos
acuerdan discutirla, algo sucede que impide concretar la votación.
Esto parece estar
sucediendo una vez más. Es que ya estaba todo dispuesto para que el debate se
diera hoy en Diputados en una sesión especial –a realizarse esta semana- en
Senadores. La idea del PJ –y que
sorprendentemente la UCR no cuestionó– era aprobar la ley de educación
antes de Navidad. Sin embargo, apareció la traba: la Iglesia católica, a través
del CONSEC (Consejo de Escuelas Católicas de Mendoza), pidió quitar la palabra “laica” del texto del proyecto,
argumentando que es contradictoria, ya que en la misma reglamentación se
garantiza la libertad de educación, según los principios ideológicos y de
religión de los padres.
Las presiones que
recibieron los legisladores para que esto ocurriera fueron sistemáticas y
persistentes. De hecho, algunos legisladores de las diferentes bancadas
aseguraron haber recibido llamadas directamente del Arzobispado para pedirles, sin tapujos, que
quiten la palabra “laica”. Otros, prefirieron hablar de “sugerencias de
dirigentes católicos”.
Lo concreto es que el
CONSEC fue recibido el viernes por la Bicameral de Educación, y allí, además de
dejar sentada su postura, presentó un documento justificando el porqué del
pedido.
Consultada acerca de
esta situación, la presidenta de la Bicameral de Educación, Lorena Saponara
(PJ), dijo que hasta el momento no ha habido ningún cambio y la ley se tratará
hoy. Tampoco han acordado, por ahora,
cambiar nada del texto, pero sí aceptó que hubo llamados de parte del
Arzobispado y que en su visita a la Bicameral el CONSEC aportó un documento con
el pedido.
Los radicales, en
cambio, sí explicaron que hay una propuesta de modificar el artículo siete,
puntualmente remplazar la palabra “laica”. La alternativa es cambiarla por una
frase que garantice “respeto por las diferencias, la libertad religiosa y los valores
trascendentales”. Sin embargo, avalan el argumento de que es la Constitución,
tanto nacional como provincial –en su artículo 112–, la que garantiza la
laicidad del Estado y, por ende, de la
educación pública.
Entre los demás
partidos de la oposición, mientras el PD apoya el pedido de la Iglesia, el
Frente Renovador aún no ha tomado postura y el bloque de Izquierda sí lo ha
hecho: su punto de vista es votar en contra de la totalidad del proyecto, no
sólo en este aspecto.
La
postura del FIT
Martín Dalmau, uno de
los diputados que integran el FIT, aseveró : “De nada sirve quitar una palabra
cuando el proyecto les abre la puerta a los católicos para abrir todas las
escuelas que quieran con subsidios del Estado”. Y agregó: “El espíritu de la ley es
mercantilista, responde a un ajuste, utiliza constantemente el término
‘gestión’, promueve la competencia”.
También explicó que
ellos no le darán el voto a esta legislación porque no se ha escuchado a los
docentes. “Sólo les hicieron dos consultas: una en el 2012 y otra en
noviembre”.
Sobre los aportes
efectuados por los educadores hace 30 días, lo que asegura Dalmau es que es
imposible procesar dos sugerencias en un mes y utilizarlas como material para
el proyecto.
“Por esto algunas
organizaciones sindicales marcharán hoy a la Legislatura para quejarse del
proyecto”, aseguró el diputado.
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