(Por
Alfredo Dillon. Clarín, Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
jueves 11 de diciembre de 2014)- El abandono en la primaria aumentó
en los últimos años, según los datos del Tercer Estudio Regional
Comparativo y Explicativo (TERCE), la prueba regional de Unesco
presentada hace unos días. Entre los resultados del TERCE apareció
una noticia inesperada: de acuerdo con UNESCO, la tasa de abandono
acumulado en el nivel primario creció 1,8 puntos porcentuales en
Argentina. La deserción pasó del 5,1% en 2006 al 6,9% en 2011,
última cifra disponible. Desde el Ministerio de Educación aseguran,
sin embargo, que el abandono viene en descenso en la primaria.
“La
tasa de abandono escolar es uno de los indicadores más preocupantes
en política educativa, porque refleja la incapacidad del sistema
escolar para garantizar oportunidades educativas para la población”,
señala el informe de UNESCO. De la medición se desprende que
Argentina es uno de los pocos países de América Latina donde el
abandono creció en estos años: solo Perú y Colombia registran
también un incremento de la cantidad de chicos que se van de la
escuela primaria. A contramano de nuestro país, Chile logró
prácticamente eliminar el abandono en ese mismo período: su tasa
pasó del 8,6% al 1,3%. Uruguay y México también mejoraron sus
indicadores y ahora tienen menor abandono que la Argentina (5,3% y
4,2%, respectivamente); Brasil no presentó sus datos.
La
deserción en Argentina es significativamente más baja que en la
mayoría de los países latinoamericanos, cuya tasa promedio es del
16,7%. Entre las causas detrás del abandono en la región, el
informe TERCE menciona en primer lugar la pobreza y la desigualdad,
que “se asocian con factores como la ineficacia de las escuelas
para mantener a los estudiantes, y con condiciones externas a la
escuela, como la necesidad de los estudiantes de trabajar para
aportar al ingreso familiar”. El informe también señala que, en
algunos contextos, el abandono puede relacionarse con una falta de
valoración de la educación formal o con la percepción de que la
currícula escolar es “poco pertinente” frente a las necesidades
del entorno social de los alumnos.
El
incremento del abandono en la primaria es un desafío nuevo para el
sistema educativo argentino. Hasta ahora la deserción solo era un
problema en la secundaria, donde solo el 43% de los alumnos termina
en tiempo y forma, también según UNESCO. “El caballito de batalla
del Gobierno es ‘mejoramos la inclusión’. Pero estos datos
indicarían que no solo no avanzamos en calidad, sino que ni siquiera
aumentamos la inclusión. Estas cifras estarían mostrando que hay un
problema de inclusión”, dijo Mariano Narodowski, investigador de
la Universidad Di Tella y ex ministro de Educación de la ciudad de
Buenos Aires.
Al
presentar los resultados del TERCE, el ministro de Educación de la
Nación, Alberto Sileoni, declaró: “Lo importante es haber
mejorado en todos los resultados sin el costo de dejar a chicos
afuera de la escuela”. Sin embargo, Argentina fue el único país
(junto con Brasil) que no informó su tasa de matrícula en primaria
para el año del estudio. Sileoni aseguró que la cobertura subió
desde 2006 (último dato disponible), cuando era del 99,1%, lo que la
convertiría en la segunda de América Latina, solo superada por
Uruguay (99,5%).
Chile,
en cambio, tiene una tasa más baja (92,7%), al igual que otros
países que superaron los resultados de aprendizaje de los alumnos
argentinos, como Costa Rica (92%) y México (96,3%). Sin embargo,
para Narodowski “es estadísticamente inconsistente la tasa de
cobertura del 99,1% con una tasa de abandono del 6,9%”.
En
contraste con los datos de UNESCO, las cifras oficiales del
Ministerio de Educación exhiben un descenso del abandono escolar en
primaria. Según los números de la Dirección Nacional de
Información y Evaluación de la Calidad Educativa (DINIECE), la tasa
de abandono interanual en primaria pasó del 1,60% en 2006 al 1,28%
en 2010-2011. Marisa Díaz, subsecretaria de Planeamiento Educativo,
explicó a Clarín que la diferencia se debe a maneras distintas de
medir el fenómeno, y los dos datos –el de UNESCO y el del
Ministerio– “no son comparables desde el punto de vista técnico”.
“Los
números de la DINIECE –presentados como tasa de abandono
interanual– reflejan el promedio de alumnos que dejan de asistir a
la escuela entre un año y el siguiente; el Ministerio recibe esta
información directamente de las escuelas. La medición de UNESCO (la
tasa acumulada de abandono en el último año de primaria), en
cambio, surge de una proyección estadística que se construye sobre
una cohorte teórica”, señaló Díaz. Y agregó: “No sabemos
cómo hace UNESCO la acumulación de datos, pero lo respetamos porque
lo publican ellos. De todas maneras, nuestros datos indican que el
abandono escolar es decreciente”.
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