En
medio de los reclamos y las huelgas semanales que los docentes llevan
adelante, el Ejecutivo decidió adelantar el final de las clases en
el nivel primario, el Bachillerato Libre para Adultos y las
bibliotecas al 12 de diciembre, una semana antes de lo estipulado por
el calendario original de la provincia de Chaco. La decisión
confirmó la falta de capacidad de la administración no ya para
resolver el conflicto docente, si no al menos para atenuarlo
sentándose a debatir y negociar con los gremios que aseguran que sus
salarios habrán retrocedido casi un diez por ciento al cabo de 2014.
El
ministro de Educación lo había deslizado a la prensa casi como un
trascendido, cuando dijo al pasar que analizaban la posibilidad de
acortar la finalización de las clases a raíz de las altas
temperaturas que no permitían el normal funcionamiento de los
acondicionadores de aire. “Como si todas las aulas de la provincia
estuvieran refrigeradas”, ironizaron de inmediato maestros y
padres. “Los pocos colegios que tienen estos equipos es gracias al
esfuerzo de las cooperadoras y los docentes, porque el gobierno nunca
puso un solo acondicionador de aire en una solo establecimiento”
aseguraron los representantes sindicales. Y a la vez recordaron que
cada vez que hay un paro las autoridades enfatizan que se posterga el
cumplimiento de objetivos pedagógicos, y ahora se acaban de cumplir
las “metas” por decreto y siete días antes.
Los
maestros chaqueños están cada vez más calientes, y no se puede
echar la culpa a la temperatura.
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