Los grandes supermercados, las
multinacionales, la clase media alta y los que viven en la Capital Federal
son los mayores ganadores del programa Precios Cuidados, que está a punto de
cumplir cinco meses y es la principal herramienta del Gobierno para intentar frenar la inflación, hasta ahora con escasos
resultados.
A contramano del discurso
oficial, que suele acusar a las grandes compañías de ser las principales
responsables de los aumentos de precios, en los hechos el programa terminó
ayudando -o, en algunos casos, perjudicando menos- a los jugadores líderes,
tanto en producción como en distribución. Esas empresas se vieron beneficiadas
por un éxodo de los clientes, que dejan los comercios barriales y las segundas
marcas en busca de las ofertas que se publicitan en los partidos de fútbol.
Después de cierto retaceo
inicial, a partir de abril las firmas líderes de cada uno de los principales
rubros de la canasta básica decidieron adherir al polémico programa del
Gobierno sumando a sus marcas más importantes. De hecho, de los 288 artículos
con marca que integran Precios Cuidados, casi un tercio se lo reparten un
puñado de diez multinacionales. Gigantes como Arcor, Danone y Unilever son las
que aportan más ofertas al acuerdo, en los tres casos con más de una decena de
productos.
Detrás de esta adhesión de las
grandes empresas no hay una súbita vocación por agradar al Gobierno, sino una
estrategia de negocios, admiten en el sector. Estar en Precios Cuidados implica
sacrificar rentabilidad, pero ganar participación de mercado, y las compañías
líderes son las que pueden soportar mucho mejor esa ecuación.
Leer el informe completo del
periodista Alfredo Sainz aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario