En este sentido,
reiteramos al Señor Gobernador que la docencia no está dispuesta a renunciar a
la deuda que mantiene con este sector producto del incumplimiento de la
cláusula gatillo del año 2020, deuda que vale decir nos saqueó el 30 % del
poder adquisitivo y que claramente nos ha terminado por sumergir en la pobreza
e incluso indigencia a miles de trabajadores que ya veníamos cargando sobre
nuestras espaldas los sucesivos ajustes que nos llevaron a perder más del 80 %
de nuestros salarios.
Al saqueo histórico de
nuestros salarios debemos sumarle el implementado con absoluto ensañamiento,
cuando por decisión política tal lo manifestara con absoluta indiferencia el
propio Gobernador, arremetieron con descuentos por días de paro, llevándose con
ellos hasta la posibilidad de subsistencia de los huelguistas, hecho que
demuestra que el docente no volvió al aula convencido de la pauta salarial,
sino por el contrario fue por el mecanismo ejemplificador que implementó el
gobierno para silenciar a quien se atreviera a luchar. Sin embargo, advertimos,
Señor Gobernador, que no hay dispositivo disciplinador que pueda arrebatarnos
la capacidad de levantarnos y masivamente volver a ocupar las calles.
Párrafo aparte merece
el carácter despótico con el que se maneja este gobierno, en el que las
sentencias judiciales no se cumplen y el espíritu de la división de poderes se
derrumba frente a las posturas reinantes de soberbia que llevan a que un
Gobernador pueda desconocer lo que la justicia ordena y se arrogue, sin siquiera
sonrojarse, la potestad de no dar cumplimiento a la sentencia de la Sala
Segunda de la Cámara de Apelación del Trabajo sobre devolución de haberes
descontados superiores al 20 % del sueldo.
Lo que lleva a
preguntarnos, cuáles son las garantías en una provincia en la que los
principios fundamentales de una sociedad democrática se desvanecen frente al
poder; una provincia en la que sustituyen los ámbitos de negociación colectiva
por anuncios mediáticos unilaterales, que no hacen más que destruir una conquista
histórica de los trabajadores; una provincia en la que la que un minúsculo
grupo de burócratas que dirigen el Ministerio arremeten contra nuestro Estatuto
del Docente mientras los trabajadores miramos con la “ñata contra el vidrio”
como rifan nuestros derechos a gusto y paladar; una provincia que aprovechando
de la inacción luego de haber destruido la economía de los trabajadores con
brutales descuentos, aprueba una Ley de educación Digital sabiendo de antemano
el rechazo de la docencia; una provincia que opta por la persecución y rechaza
el diálogo como mecanismo para resolver los conflictos; una provincia que ha
abandonado a miles de trabajadores docentes desocupados sin posibilidad en un
año y medio de poder ser designado en una miserable suplencia; una provincia
que está más preocupada por la contienda electoral que por su propio pueblo;
una provincia que es sorda a los reclamos y que gobierna con titulares falaces
como el del último anuncio del gobernador sobre la “mentirosa recomposición
salarial”.
Desde Federación SITECH
insistimos que la fuerza del reclamo reside en la capacidad de movilización y
en épocas electorales los gobiernos temen el poder de las masas movilizadas
porque desnudan la realidad y no hay política de terror que puedan implementar
para ocultar la ebullición del descontento social. En este sentido, depende de
cada uno de nosotros estar activos, aprovechar la coyuntura de las elecciones y
lograr mejores condiciones salariales y laborales, este es el momento para
hacer una fuerte demostración de poder, dar continuidad a un plan de lucha en
el que las jornadas de protestas se vuelvan moneda corriente y los docentes
ganemos las calles antes de que termine la contienda electoral y el gobernador
vuelva a escondernos debajo de la alfombra por dos años más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario