Para exigirlo desplegamos junto a la Conadu Histórica un plan de lucha de ocho semanas. El gobierno no sólo nos excluyó de la negociación, sino que firmó junto a las burocracias sindicales de Conadu/Feduba y Fedun/Aduba una nueva rebaja salarial: seis minicuotas para llegar a un 35% de incremento salarial en febrero de 2022. Un fuerte ajuste avalado por la entrega de la burocracia.
La línea de pobreza hoy está en 70 mil pesos, mientras que el salario neto del cargo testigo llega a este mes a $ 21.723,89. Esto implica que solo cubre el 31% de esa canasta. Un salario de miseria. Además, miles de docentes siguen sin cobrar salario, sin tener ascensos de ayudante a JTP, con designaciones cuatrimestrales, interinatos eternos…
Ante declaraciones del Ministerio de Educación de que habría una reunión el 12 de agosto para reabrir la discusión salarial. Reclamamos:
-50% de incremento salarial.
-Ningún docente debajo de la línea de pobreza. $70.000 al básico del cargo testigo, ayudante de primera con dedicación semiexclusiva.
-Cláusula gatillo frente a una inflación creciente
-Reconocimiento de los gastos de conectividad y equipamiento. Incremento a $3.000 por mes. Hoy sólo percibimos $1.000 de abril a diciembre.
-Designación inmediata de los docentes ad honorem conquistados en abril. Rechazo de la restricción planteada en la Resolución 62 de la SPU. Por eso, empadronate con AGD
Ascenso de ayudantes de primera a JTP conquistados en abril. Rechazo de la restricción planteada en la Resolución 63 de la SPU. Por eso, empadronate con AGD-UBA (Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires).
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