"Si las
condiciones no están dadas, no vamos a acompañar. Lo venimos diciendo desde un
principio a nivel nacional. Hoy la situación está cambiando y es esencial que
el gobierno de la Ciudad garantice las condiciones para la presencialidad:
insumos, máscaras, alcohol en gel, y docentes auxiliares", dijo Norberto
Cabanas, secretario general de la Unión Docentes Argentinos (UDA) seccional
Capital.
Si bien el ministro de
Educación de la Nación, Nicolás Trotta, expresó que "el inicio de clases
no está asociado a la vacuna, pero la vacuna fortalece", algunos gremios
docentes vinculan la presencialidad con la eventual inmunidad de los docentes,
en un escenario difícil de proyectar por las dudas que rodean la provisión de
dosis.
Eduardo López,
secretario adjunto de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) y
dirigente de Ctera, también asoció el inicio de las clases con las vacunas.
"Si los maestros van a estar vacunados, el riesgo de contagio es muy bajo.
El hecho de que el personal docente y no docente sea considerado esencial y se
vaya a vacunar hace que los riesgos que tengan sean bajos", dijo.
Las escuelas van a
estar abiertas desde el 8 de febrero para que los directivos y los docentes
prepararen lo necesario para recibir a los estudiantes, aseguraron fuentes del
ministerio de Educación de la ciudad. Sin embargo, Mariana Scayola, la
secretaria general del gremio Ademys, anticipó: "En esa misma semana
decidiremos en asamblea cuál es la situación, para priorizar la salud de los
estudiantes y los docentes. La docencia decidirá cómo se vuelve en
febrero".
En el marco de un
aumento de casos de coronavirus Covid-19 en el Área Metropolitana de Buenos Aires
(AMBA), los gremios docentes manifestaron que, como la situación epidemiológica
actual es compleja, se dificulta evaluar qué puede suceder en febrero para que
las condiciones permitan comenzar las clases de forma presencial.
"El gobierno se ha
venido manejando como si fuéramos a encontrarnos mágicamente con un escenario
de normalidad. Eso generó expectativas en la vacunación, pero estamos lejos de
una situación que pueda resolverse para febrero con ella", argumentó la
secretaria general de Ademys.
A lo largo del año
pasado, el gobierno porteño encabezó los intentos por reabrir las aulas.
Si bien en la Ciudad de
Buenos Aires sostuvieron que "se está llevando a cabo un proceso
participativo para debatir los detalles del ciclo lectivo 2021 a través de
reuniones con padres, alumnos, docentes, gremios, especialistas", los
gremios consultados dijeron no haber participado de esos encuentros con el
Ministerio.
Por su parte, el ciclo
lectivo en la provincia de Buenos Aires está previsto que comience el 1° de
marzo y con modalidad presencial, siempre que lo permita la situación
epidemiológica de cada municipio. "Seguramente haya un esquema bimodal que
combine encuentros presenciales y no presenciales", informaron desde la Dirección
General de Cultura y Educación, que encabeza Agustina Vila.
"Desde octubre
estamos aplicando en la provincia un plan jurisdiccional para el regreso seguro
a clases presenciales", agregaron, para completar: "Las clases
presenciales ya se implementaron en 26 distritos que están en bajo riesgo
epidemiológico y al terminar el ciclo lectivo estaban habilitados en todos los
distritos de la provincia los actos de egreso y las actividades de
revinculación".
Sin embargo, los
gremios docentes de la provincia advierten que, por el momento, el gobierno de
Axel Kicillof no los convocó para empezar a definir cuáles serán estas condiciones
seguras y saludables.
Los gremios se preparan
para comenzar con los distintos esquemas que se elaboraron a fin de 2020,
"según la situación epidemiológica garantizando las condiciones que indica
el protocolo jurisdiccional". Así lo informó la titular de la Federación
de Educadores Bonaerenses (FEB), Mirta Petrocini.
"Nosotros estamos
dispuestos a la presencialidad. Y eso esperamos. Pero en condiciones seguras y
saludables", indicaron desde el Sindicato Argentino de Docentes Privados
(Sadop).
No hay comentarios:
Publicar un comentario