Esto significa que
todxs lxs estudiantes de todos los niveles y todos los docentes volverían a las
escuelas. No se está, en principio, planteando un sistema mixto de convivencia
de la virtualidad con la presencialidad, sino que cada docente conforme una
“burbuja”, con, por ejemplo, los 30 estudiantes de su curso.
Según manifestaron, el
Ministerio de Salud habilitará la circulación de lxs docentes de una burbuja a
otra, no solo en primaria sino también en secundaria, donde lxs docentes
estamos en contacto con cientos de estudiantes por día.
El Ministerio planteó
que se estarían desarrollando obras de infraestructura para garantizar circulación
manteniendo recomendaciones de los protocolos y que cada escuela deberá
resolver, en la semana del 8 al 16 de febrero cómo organizar los horarios de
entradas y salidas, recreos, espacios áulicos, protocolo de uso de baños con
horarios por curso, si hay que reducir la cantidad de horas de asistencia
presencial o cantidad de cursos por falta de espacios, etc. También plantearon
que se sugerirá la modalidad de clases con el docente al frente y distanciado
de lxs estudiantes, con tapabocas y máscara.
Desde Ademys planteamos
la imposibilidad objetiva de que en la mayoría de las escuelas se cumpla con el
distanciamiento necesario dentro de un aula si concurren todxs lxs estudiantes
y que la concurrencia de la totalidad de la matrícula implica una circulación
de 1 millón doscientas mil personas en la Ciudad, lo que incrementa muchísimo
el riesgo de contagios, sobre todo en el transporte público – el gobierno
planteó que no se pondrá transporte escolar. Tampoco serán obligatorios los
testeos a lxs docentes.
Por otra parte,
planteamos las dificultades en términos pedagógicos de resolver en una semana
varias de estas cuestiones.
Si bien se garantizó
que serán exentos de la obligatoriedad de asistir presencialmente lxs docentes
y no docentes que sean personas de riesgo (quienes deberán realizar nuevamente
el trámite), no estarán exentos del trabajo virtual y serán quienes asuman el
acompañamiento virtual de lxs estudiantes que no concurran presencialmente por
ser también personas de riesgo. Sólo se contratará a más docentes en el caso de
que fuera indispensable porque fueran, por ej, maestrx de grado y no si fuera
bibliotecarix. En el caso de que fuera un docente de una materia de secundaria,
no se contraría suplente, sino que se dictará virtualmente. Tampoco tendrá
vigencia la dispensa por hijxs menores de 14 años porque entienden que dada la
presencialidad, eso no será necesario.Tampoco contemplarán a quienes convivan
con personas de riesgo.
Del mismo modo
plantearon que estarían contratando personal auxiliar extra y cuadrillas
tercerizadas para tareas de limpieza, y que se triplicará la dotación de
elementos de higiene.
Por otra parte,
plantearon que no estará disponible en febrero la vacuna y que no pueden dar
certezas al respecto por depender del estado nacional.
Finalmente, plantearon
que todo esto estará eventualmente supeditado a la aprobación de la autoridad
sanitaria, que se están planteando distintos dispostivos para los distintos
escenarios, y que de no ser posible la presencialidad de la totalidad de la
matrícula y hubiera que reducir la cantidad de estudiantes que asisten se
priorizará la presencialidad de quienes tienen “menor autonomía”, inicial y
primaria. Es decir quienes no pueden cuidarse solos en casa. Se piensa más bien
en un escenario de cierres y aperturas, como ocurrió en otros países, con las
graves consecuencias que se están evidenciando.
Si las familias no
acordaran con mandar a sus hijxs a las escuelas, no hay definiciones con
respecto a la obligatoriedad.
Con respecto al reclamo
salarial, el gobierno manifestó que no va a tratarse el tema hasta febrero.
Desde Ademys sostuvimos
que, reconociendo la importancia de la presencialidad para el proceso de
enseñanza y aprendizaje, no vemos un escenario de vuelta a la presencialidad en
las condiciones en las que el gobierno lo plantea, que deberemos esperar a la
evolución de la situación sanitaria en febrero – el propio Rodríguez Larreta
admitió esta mañana que estamos en segunda ola-, y que de ser posible una
vuelta a la presencialidad requerimos obras de infraestructura serias, re
adecuación de espacios escolares, conectividad y equipos, elementos de higiene
y limpieza, etc. Todo esto podría realizarse si efectivamente la educación
fuera una prioridad y se le destinarán los recursos necesarios.
Desde Ademys, volvemos
a maniestar nuestro repudio al desdoblamiento de la reunión citada en una clara
maniobra que pretendió dividir las voces de las representaciones docentes que
nos oponemos a las políticas del gobierno.
Cuando regresemos en
febrero, evaluaremos la situación, convocaremos a asambleas abiertas y
resolveremos colectiva y democráticamente las acciones a seguir poniendo como
prioridad la salud de les estudiantes, sus familias y del conjunto de lxs
trabajadores de la educación.
La escuela no es una
guardería
La prioridad debe ser
la salud de la comunidad educativa y del conjunto de la población
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