lunes, 30 de marzo de 2020

La Universidad Nacional de Tucumán se lava las manos


El rectorado ha decidido, finalmente, suspender las clases presenciales en todas las escuelas y facultades de la UNT (Universidad Nacional de Tucumán) para evitar la propagación del COVID-19.
Un baño de realidad, para quienes hasta hace veinticuatro horas negaban la necesidad de tal medida.
Lamentablemente, esta resolución NO es suficiente:

1. No establece la reprogramación general de exámenes, lo que ocasionará la circulación de alumnos en diversas facultades que aún no los han suspendido, como Psicología, Derecho, entre otras facultades y escuelas experimentales.

2. No afecta la asistencia de docentes y no docentes, lo que NO tiene ninguna razón explicable.

La propagación del virus es un asunto de salud pública que no puede estar por debajo de la necesidad de control de un organismo burocrático. Mucho menos se puede obligar a los colegas a ir las facultades y escuelas en estas condiciones de crisis sanitaria. DESDE ADIUNT LLAMAMOS A LA DOCENCIA A NO CONCURRIR.

El lunes 16 de marzo presentamos un amparo en la Justicia Federal contra esta irresponsabilidad. Estamos ante razones de fuerza mayor que están contempladas en nuestro CCT (Convenio Colectivo de Trabajo); todos los docentes estamos amparados para no concurrir (artículo 50, inciso D del CCT).

3. La resolución establece una “Comisión de expertos” por encima del Consejo Superior y de la Paritaria de Higiene y Seguridad. Esperemos que no sean los mismos “expertos” que venían asesorando hasta ahora y que sabiendo hace una semana del brote de dengue en las cercanías del Centro Herrera, no advirtieron a la comunidad universitaria. Insistimos con nuestro planteo: debe constituirse un Comité de Emergencia, integrado por las representaciones de los trabajadores, que evalúe a diario la situación y la efectiva implementación de medidas de precaución.

4. No plantea ninguna acción contra el dengue, que en Tucumán está desbordado: fumigaciones regulares, desmalezamiento y limpieza en los predios de la UNT (que más allá de las clases son un foco de contagio para las poblaciones aledañas), producción y provisión de repelentes, provisión de las telas ahuyenta insectos en aulas y oficinas, arreglo y limpieza permanente de los baños, etcétera.

5. No toma ninguna resolución sobre ASUNT, nuestra obra social. Es necesario GARANTIZAR la salud de los trabajadores de la UNT, en particular de los jubilados y de la población en riesgo. Tampoco amplía el presupuesto de los laboratorios de la UNT para la fabricación de los elementos de cuidado.

6. No plantea ninguna inversión especial para el dictado de materias en campus virtuales y otras plataformas digitales. La falta de inversión en tecnología nos podría poner en situación de colapso de las redes de la UNT, sin pensar en que la composición de nuestro estudiantado no asegura que todos tengan acceso a un cursado virtual.

7. El Rectorado, pese al volantazo de la mañana del domingo, sigue la política de improvisación del gobierno nacional. Necesitamos un giro de 180º en lo que se viene haciendo hasta ahora y destinar un presupuesto excepcional a la salud para proteger a la población.

Desde ADIUNT (Asociación de los Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán) reiteramos el llamado al movimiento estudiantil y a los trabajadores no docentes a dar una lucha común en este plano, a poner en pie comisiones comunes de higiene y salud.



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