jueves, 19 de marzo de 2020

Carta abierta a la docencia y los sindicatos porteños


La docencia reclama unidad para la lucha

Hace más de 15 años vivimos en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires las consecuencias de una política educativa que busca la mercantilización y privatización de la educación con recetas emanadas de organismos multinacionales, de empresas privadas, ONGs que van teniendo cada vez más injerencia en las Escuelas públicas en todo el país.

La situación actual da cuenta de la enorme degradación que ha sufrido a educación pública en todos estos años: disminución de presupuesto de infraestructura, aumento de subsidios a las privadas, salarios de miseria, reformas educativas que empobrecen contenidos y precarizan el trabajo, cierre de programas e implementación de otros que no responden a las necesidades de las escuelas y comunidades educativas. Falta de vacantes, raciones miserables de comida en los comedores, ratas en las aulas, techos que se caen y persecución política a quienes denunciamos estos hechos…

A esto debemos sumar la eliminación de las Juntas de Clasificación Docente y su reemplazo por la Coreap (Comisión del Registro y Evaluación de Antecedentes Profesionales), organismo desde donde se manipulan los listados, puntajes y concursos con una política empresarial que busca establecer un sistema meritocrático y de designaciones a dedo que en nada se acercan a la transparencia y democracia en el acceso a los cargos que la docencia necesita y reclama.

En términos salariales, nunca hemos tenido salarios que alcancen realmente la canasta familiar. Muchas familias docentes viven casi bajo la línea de pobreza y haciendo malabares para llegar a fin de mes. Esto se agudizó, por supuesto, durante el año pasado cuando la inflación alcanzó un 53%, en un contexto de profundización de la crisis por los vencimientos de pagos de la deuda externa que -como sostenemos desde Ademys (Asociación de los Docentes de Enseñanza Media y Superior de la  Ciudad Autónoma de Buenos Aires)-, no debemos pagar.

Ya es hora de construir la unidad

Ante este panorama, es indudable que necesitamos pelear de conjunto frente a esta ofensiva contra la educación pública y contra las y los trabajadores de la educación. Año a año vemos cómo nuestros intentos de resistencia se desgranan en acciones aisladas, menores o que no se sostienen en el tiempo.
Como reclama la docencia, necesitamos la organización del conjunto de la docencia, desde las escuelas y las calles, en defensa de nuestros derechos como trabajadores y trabajadoras de la educación y frente a la vulneración de derechos de los niños, niñas y adolescentes para poder efectivamente hacer frente a estas políticas.

Desde Ademys hemos sido consecuentes: rechazamos y enfrentamos desde un primer momento las políticas del macrismo y para demostrarlo impulsamos diversas instancias de organización y discusión de la docencia en las escuelas y el sindicato y convocamos a movilizaciones y a paros, entre otras medidas de lucha.

La unidad que necesitamos es la unidad para la lucha, una unidad en defensa de la educación pública, por nuestro salario y condiciones de trabajo y no la unidad para conformarnos con las migajas que ofrece el ministerio. Una unidad que exprese efectivamente a la docencia y supere la fragmentación de sus representaciones.

En este escenario, convocamos de manera pública al conjunto de la docencia y al conjunto de los sindicatos a discutir el no inicio de clases si nuestras demandas no son escuchadas.

Proponemos realizar una asamblea única de toda la docencia de la Ciudad, convocada por todos los sindicatos y donde puedan participar todos los docentes de la Ciudad, afiliados o no afiliados. Organicemos en nuestras escuelas y distritos asambleas para construir un plan de lucha entre todos y todas.

Exigimos:

40 mil pesos de salario inicial para el cargo testigo (MG JS) y 40% de aumento en toda la escala para aproximarnos al costo de la canasta familiar. Todas las sumas al básico.
Aumento de las asignaciones familiares que las equiparen como mínimo los montos del ANSES.
Cláusula gatillo que actualice los salarios según la evolución de la inflación.
Eliminación del impuesto al salario.
Derogación de las políticas educativas y reformas que precarizan la educación, que además permiten la injerencia de ONGs y empresas privadas, etcétera. No a la Unicaba.
Construcción de Escuelas y Vacantes para todxs en las Escuelas Públicas.
Restitución de las Juntas de Clasificación Docente.
Titularización de todxs lxs docentes interinos con concursos vencidos: de media, socioeducativa, terciarios y regularización de los concursos en esos niveles.



No hay comentarios:

Publicar un comentario