El gobierno nacional,
los gobiernos provinciales de todos los colores políticos, las burocracias
sindicales, acordaron un incremento del salario docente, a partir del mes de
marzo, de 2.750 pesos por mes para el cargo inicial. O, lo que es lo mismo, 760
gramos de pan diario, ya que el precio del pan es de 120 pesos por kilo y el
aumento es de 91,66 pesos diarios.
Lo que se ha pactado, a
espaldas de lxs docentes, son salarios que apenas alcanzan el 57% de la canasta
de pobreza (40.300 pesos).
La inflación acumulada
desde el 1° de octubre al 31 de enero fue 14,29 %. Si le adicionamos la
inflación estimada de febrero -que se publicará a mediados de marzo-, la
inflación acumulada será de 16,57%. El salario mínimo docente garantizado
llegará a partir de marzo a 23.000 pesos. Actualmente se encuentra en 20.250
pesos, cifra que rige desde el 1° de octubre del año pasado. Esto significa un
incremento en términos porcentuales, para ese mismo período, de 13,58%.
Claramente, el incremento del salario queda por debajo de la inflación
acumulada (16,57%).
Pero aun es peor. Se
reintroducen las sumas fijas y en negro. Las sumas fijas (en blanco o en negro)
destruyen nuestra carrera docente. Las cifras grises o en negro destruyen
nuestras jubilaciones y esa es un modo de hacer pasar la reforma previsional,
que no se pudo todavía hacer por el Congreso. Las sumas grises o en negro
destruyen nuestras obras sociales, donde se nos quitan prestaciones, se nos
imponen e incrementan los coseguros, donde se alargan las listas de espera a
costa de nuestra salud y la de nuestras familias.
El FONID, que siempre
rechazamos por ser un pago en negro y que no se incrementa desde 2016, se
duplica por cuatro meses. Esto rompe con el escalafón, nivela hacia abajo la
escala salarial, no aporta a la jubilación ni a las obras sociales, no cuenta
para el aguinaldo y tiene un tope de pago según cantidad de horas y/o cargos.
Como todxs sabemos es
una paritaria testigo para el conjunto de lxs estatales. Por lo tanto este
acuerdo -celebrado en una reunión pos paritaria dónde también participó el
secretario general de la Conadu, Carlos De Feo -o el decretazo que se produjo
en la provincia de Buenos Aires- condenan también a la pobreza a miles y miles
de trabajadorxs del estado nacional, provinciales y de los municipios.
En suma, un retroceso
por donde se lo quiera mirar.
En nuestra paritaria,
lxs docentes universitarixs no podemos aceptar, bajo ningún concepto, sumas
fijas en blanco, gris o en negro. Nuestra paritaria, en un contexto inflacionario,
debe mantener la cláusula gatillo que conquistamos en 2019. Nuestra paritaria,
en camino a la media canasta familiar para el cargo testigo, no puede aceptar
salarios que nos condenen a la pobreza.
La AGD alerta una vez
más sobre el cumplimiento de la paritaria 2019 y, en la paritaria 2020, sobre
la defensa del pliego que salga aprobado en asambleas, plenarios y un Congreso
de nuestra federación.
AGD
UBA (Asociación Gremial Docente de la Universidad de Buenos Aires) en CONADU
Histórica
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