Un incidente
radioactivo en la usina termoeléctrica de Río Turbio, en Santa Cruz, ocurrido el 27 de agosto del año pasado y
expuso a dos operarios a distintos niveles de radiación., según informó la
agencia de noticias OPI (Organización Periodística Independiente) de esa
provincia. El hecho fue ocultado por la empresa y el gobierno.
Dos trabajadores fueron
expuestos a altos niveles de radiación por un equipo defectuoso de Gammagrafía industrial. La empresa operadora
de la máquina es AkurEnds, de Cristian Andres Acuña, contratada por Isolux Corsán,
compañía española que tiene a su cargo la construcción del complejo
termoeléctrico.
Las personas más
afectadas fueron un radiólogo de apellido Navarro y su ayudante, Gómez, según
consignó el portal santacruceño. Ambos quedaron expuestos a radiación de
Iridio-192 (Ir) . El primero absorbió 310 milisievert (mSv) en 130 segundos,
cuando lo aceptado como umbral de seguridad de acuerdo al protocolo de la
Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN), es un máximo de 100 mSv anuales.
Navarro, de 50 años,
fue el que recibió la mayor dosis de radiación. Se trata de un radiólogo
certificado para esta especialidad, que cuenta con más de 20 de experiencia en
el sector. Su exposición de poco más de dos minutos equivale un periodo de
entre 13 y 15 años de exposición, dentro de los umbrales de seguridad.
Cuando la empresa
Isolux Corsán fue alertada del accidente activó el protocolo de seguridad. No
obstante, según las fuentes consultadas por OPI Santa Cruz, la firma ocultó
información y no informó al resto del personal de la planta de lo sucedido, lo
que podría haber expuesto a muchos empleados a la radiación.
Los testimonios
responsabilizan del ocultamiento de información al gerente Juan Carlos De
Goycochea, a sus directivos en España y a las autoridades de la ARN, quienes supuestamente
tenían conocimiento del incidente, junto al Ministerio de Planificación, en ese
entonces a cargo de Julio de Vido.
OPI Santa Cruz precisó
que la ARN realizó una inspección en la Teromusina y a la empresa AkurEnds. Los
expertos certificaron una importante cantidad de irregularidades con la
maquinaria, además de verificar que los empleados no estaban al corriente del
incidente radioactivo que había tenido lugar en agosto. Asimismo, se afirmó que
el material permaneció por mes y medio en el lugar sin la protección adecuada.
AkurEnds acusó a Isolux de no permitirle retirar en ese periodo el equipo de
Gammagrafía de la obra.
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