El
número de palestinos desplazados que buscan refugio en las escuelas
de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en
Oriente Próximo (UNRWA) en la ciudad sitiada de Gaza igualó, ya el
fin de semana pasado, el número máximo alcanzado en la ofensiva
militar de 2008/2009. Sumaban entonces 50.000 los que se cobijaban en
44 colegios de precarias e insuficientes instalaciones.
La
preocupación crecía frente a la evidencia de que ante una operación
militar intensa estas cifras podrían elevarse todavía más,
aumentando los padecimientos de una población ya de por sí
vulnerable.
El
Director de Operaciones de la entidad, Robert Turner, dijo que "la
velocidad con la que esto ha sucedido es asombrosa. El número de
desplazados se ha duplicado en un día, más de 25.000 personas se
trasladaron a nuestras escuelas ayer; estamos muy preocupados. Estos
hombres, mujeres y niños confían en nosotros para proporcionarles
refugio, y la realidad es que UNRWA sólo tenía suministros para
acciones de emergencia para 35.000 personas. Estamos adquiriendo
suministros adicionales, pero hemos alcanzado una situación crítica
y extremadamente escasa de fondos. Podemos afrontar el día de hoy,
pero si la situación sigue deteriorándose y recibimos más
desplazada en nuestras escuelas, probablemente nos quedemos sin
existencias básicas de colchones y otros suministros vitales para
mañana".
Una
maestra palestina que se acaba de sumar al contigente de quienes se
apretujan en la entrada y bajo las bombas en busca de amparo, antes
de entrar mira la escuela y piensa con tristeza cuándo se va a
volver a usar para dar clases.
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