sábado, 9 de febrero de 2013

Tess tristemente revisitada

El título de la tapa de la traducción del clásico de Thomas Hardy reza: Tess. Una mujer pura; adentro la portada sólo dice Tess. El original de 1891 se llama Tess of the d’Urbervilles, y para su primera edición en libro el autor incluyó el subtítulo Una mujer pura. La mitad superior de la tapa es una foto azulada en la que se observan una piernas desnudas; la mitad inferior (que se entienda bien: no es una faja agregada sino que está impresa en la mismísima tapa) va en furioso rojo para destacar la frase calada en blanco: “Esta es la trágica historia de una hermosa mujer y parte de mi inspiración para Cincuenta sombras de Frey”, y en tipografía bien grande la firma “E. L. James, autora del bestseller Cincuenta sombras de Grey”. La edición está fechada en Barcelona en 2012, y es producto del sello Planeta. Una vergüenza editorial.


La contratapa señala: “Tess ha sido traducida a numerosos idiomas y adaptada para la ópera, el cine y la televisión. En 1979, Roman Polanski la llevó al cine, siguiendo la sugerencia que le hiciera su mujer, Sharon Tate, poco antes de su trágico final”. La solapa posterior ubica dentro de las misma colección las tapas de Yo también tuve una novia bisexual, de Guillermo Martínez, con tapa sobra foto de sensual ombligo; Todo sobre las mujeres de Ana María Shúa y El libro de los placeres prohibidos de Federico Andahazi.

¡Pobre Thomas Hardy! ¡Pobre humanidad!


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