La propaganda pretende
ganar a la opinión pública a la instalación de tres plantas de producción de
semillas de maíz transgénicas resistida fuertemente por los vecinos de Malvinas
Argentinas (lugar de instalación de una de las plantas). Ha habido grandes
movilizaciones y festivales en Malvinas Argentinas y en Córdoba contra esta
instalación.
Monsanto es la
multinacional encargada de producir el glisfosato, un agrotóxico utilizado para
fumigar, que contamina los suelos y enferma, en muchos casos hasta la muerte, a
los vecinos de zonas aledañas a los campos de soja. En Córdoba, gracias a la
lucha de las madres de Ituizaingó se ha puesto en evidencia este genocidio
silencioso que provoca miles de muertes en nuestro país. La multinacional, en respuesta,
ha lanzado una campaña mediática en medios locales con publicidades que
pretenden desmentir la toxicidad de sus actividades. Una solicitada en La Voz del Interior habla de “lo inocuo”
que son sus productos, sostiene que la empresa busca desarrollar una “agricultura
sustentable” y otras falacias. Monsanto ha sido juzgado en varios países
alrededor del mundo por generar propagandas engañosas. Canal 10, los SRT, son
parte de este juego.
En todas estas
denuncias y movilizaciones participaron fuertemente docentes y alumnos de la Universidad
Nacional de Córdoba (UNC) y se han presentado estudios de la misma que
corroboran los temores de los vecinos.
Señalamos la impostura
de las autoridades universitarias que, por un lado, se pronunciaron a través
del Consejo Superior en contra de la instalación de Monsanto en Malvinas
Argentinas, y por otro nada dicen sobre el acuerdo en torno a la pauta
publicitaria entre los SRT y Monsanto.
Denunciamos
fervientemente la complicidad de Canal 10 en la estrategia reaccionaria de
Monsanto. Repudiamos que los medios públicos universitarios pierdan su
independencia y confluyan con la política del gobierno kirchnerista en torno a
Monsanto. El gobierno Nacional es socio de esta multinacional desde sus
primeros días de gestión, la nueva ley de semillas (patentamiento de semillas
transgénicas) que impulsa el Ejecutivo, señala claramente la defensa de estos
intereses.
Propiciamos el derecho
de los trabajadores de prensa y de los estudiantes de la UNC a intervenir en el
diseño político y cultural de los SRT. Una gestión con estas características
será la única garantía de mantener la independencia y bloquear cualquier condicionamiento
impuesto por compromisos políticos con los gobiernos de turno.
Consideramos necesario
bajar inmediatamente cualquier publicidad de Monsanto de la programación de los
SRT, llamar a asambleas en los medios, debatir este tema para que no vuelva a
suceder y establecer los lineamientos de trabajo necesario para apoyar a fondo
la lucha en contra de Monsanto, acompañando a las Madres de Ituzaingó y a los
vecinos de Malvinas Argentinas en sus reclamos.
Por último exigimos
como reparación, se otorgue la misma cantidad de minutos que duran dichas
publicidades al aire, a las organizaciones sociales y políticas que vienen
llevando adelante la lucha contra Monsanto para poder explicar la verdad sobre
esta multinacional y las consecuencias de su accionar.
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