Ferzan
Özpetek nació en Estambul en 1959 y se mudó a Italia en
1977; allí estudió dirección en la Academia de Arte Dramático Silvio d`Amico en
Roma, fua asistente de realizadores como Massimo Troisi, Maurizio Ponzi. En
1997 debutó con Hamam: el baño turco,
filme que recogió cierto reconocimiento crítico.
Acabamos de ver Un
giorno perfetto (Un día perfecto),
de 2008. El largometraje narra la decadencia y el trágico devenir de una
familia que suma el matrimonio de un policía abusador, obsesivo y golpeador, Antonio
Buonocore (interpretado por Valerio Mastandrea), su mujer Emma, más sus hijos Valentina
y Kevin. Es la historia de una tragedia anunciada contada de manera simple y
directa, y allí está su mejor virtud, razón por la cual se muestran como elección
desacertada una serie de pequeñas tramas paralelas y secundarias que, buscando
complejidad, terminan embarrando la línea de guión básica que pergeñó Sandro
Petraglia sobre la novela de Melania Gaia Mazzucco.
La actuación de Isabella
Ferrari en el papel de la esposa es uno de los puntos altos de la película. Particularmente
sobre el final, cuando deambula por la noche tratando de encontrar los mejores
recuerdos y un poco de paz para el alma, mientras toma placenteramente un
helado, como una nena, quizás tratando de espantar la realidad que la espera. Más
allá de algún exceso, la música de Andrea Guerra zafa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario