A raíz de esto, y en un acto de improvisación absoluta, el Ministerio relevó el resto de las aulas constatando que debían reforzarse los techos y colocando una malla metálica que no deja tranquila a ninguna familia. La escuela se encuentra hace días en obra, con los niños y niñas en los salones o en el patio y juntan diferentes grados en un mismo espacio ya que no todas las aulas están disponibles.
Contrariando la normativa vigente (art. 51 del Reglamento Escolar) y el más mínimo sentido común, la indicación de no asistir a las aulas no aplica ni para alumnos/as ni docentes.
Con órdenes y contra órdenes, la escuela trata de sostener lo insostenible. La conducción estableció en un principio un dispositivo para que los alumnos asistan en grupos alternadamente y de esta manera utilizar las únicas tres aulas disponibles al tiempo que se enviaban tareas y actividades compensatorias para que realicen en sus casas. Sin embargo, llegó la orden desde la superioridad para que todos los niños y niñas asistan hasta las 13 sin tener en cuenta la falta de espacio.
Las familias y los y las docentes solicitaron soluciones para que los y las estudiantes no tengan que cursar presencialmente, ya sea a través de clases virtuales o algún otro dispositivo, pero las autoridades respondieron negativamente hasta el momento. Muchas familias preocupadas por la situación edilicia no están enviando a sus hijos/as a la escuela por miedo a un nuevo derrumbe. Otras directamente están solicitando el pase a otras escuelas.
Mientras tanto, el gobierno de Macri – Miguel no hace más que cargar las tintas sobre la docencia que reclama por salario, por las condiciones edilicias o las viandas escolares mientras continúa desfinanciando la educación.
En la Ciudad de Buenos Aires los y las estudiantes cursan entre ratas y en escuelas en las cuales se desploman los techos, no funcionan las calderas en invierno ni los ventiladores en verano, o carecen de mosquiteros para evitar el ingreso de mosquitos en medio de un avance de casos de dengue en la Ciudad.
Desde Ademys (Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior) acompañamos a la docencia y a las familias de la escuela 4 en sus reclamos. Exigimos un plan de obras de infraestructura y construcción de escuelas bajo control de los docentes y familias.
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