(Por Constanza
Bonsignore. Página 12, Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, martes 8 de octubre de 2019)-Si se cumple el proyecto
de ley de Presupuesto impulsado por el gobierno de Mauricio Macri, los fondos
asignados al sistema universitario continuarán en baja: esta vez, mostrarán una
caída real del 9,6 por ciento en relación con 2019. El dato surge de un informe
del Instituto de Estudios y Capacitación de la federación docente Conadu, que
analiza el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso. El informe
destaca, entre otras cosas, el impacto que sufrirán las becas para estudiantes
y los fondos destinados a infraestructura universitaria.
El estudio comienza
señalando que "el proyecto consolida en el Presupuesto 2020 el profundo
ajuste ya producido ese año e iniciado en 2016". La merma será mayor en la
medida en que continúe creciendo la inflación.
A partir de datos oficiales del Ministerio de Hacienda y del proyecto de
Ley de Presupuesto 2020, el informe del IEC-Conadu documenta los montos y
modalidades del ajuste que viene denunciando la comunidad académica:
* Educación. Para
Educación y Cultura se prevé un aumento nominal del 38,2 por ciento (por debajo
del gasto primario, del gasto social y de la inflación), lo que hará que la
participación del presupuesto nacional en Educación y Cultura siga
reduciéndose, llegando al 1,02 por ciento del PBI en 2020, cuando en 2015
representaba 1,66 por ciento. El presupuesto de los programas del Ministerio de
Educación crecerá nominalmente un 31,2 por ciento, lo que implica una caída del
8,3 por ciento frente a la inflación esperada para este año y una disminución
del 19,2 con respecto a la inflación acumulada desde el año pasado.
* Universidades. La
incidencia del presupuesto universitario en el PBI pasará del 0,85 por ciento
en 2015 al 0,66 por ciento en 2019 y 2020. Este año, las transferencias
previstas para universidades son de poco más de 143 mil millones de pesos; en
2020 serían de cerca de 210 mil millones. Es decir, un aumento del 46,7 por
ciento en términos nominales. Sin embargo, ese aumento quedará licuado porque
la inflación no prevista de este año no fue compensada en el proyecto. En otros
términos, para que el aumento del 2020 recuperara lo que se perdió este año, el
incremento debería ser superior al 62 por ciento. Por otra parte, las
transferencias de capital (es decir, los fondos para infraestructura) caerán un
9,3 por ciento, o sea, más de un 44 por ciento en términos reales considerando
la inflación acumulada. Esto profundizará un proceso que se viene dando año a
año: cada vez más, los fondos solo alcanzan para pagar salarios y gastos de
funcionamiento, relegando la imprescindible mejora de las instalaciones, así
como el financiamiento de medidas pedagógicas.
* Becas. El programa
que, por decisión del actual gobierno, concentra la gestión de todas las becas
del Ministerio de Educación aumentará su presupuesto en un 37 por ciento, lo
que implica una baja del 4,6 por ciento real, y una caída del 16 por ciento
acumulada.
* Desigualdad. El
proyecto presupuestario profundiza la desigualdad entre universidades en la
distribución de fondos: algunas universidades recibirán menos de un 60 por
ciento de incremento y otras más del 90 por ciento. Entre las perjudicadas
figuran las universidades de General Sarmiento, Quilmes, Entre Ríos, La Pampa,
Comahue, San Juan, La Rioja y otras.
* Salarios. El
Presupuesto 2020 prevé un incremento interanual del 60,4 por ciento para las
partidas destinadas a salarios de docentes y autoridades: la cifra está por
encima de la inflación promedio de este año pero por debajo de la inflación
acumulada 2019-2020.
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