El pasado miércoles 2 de
diciembre estuvimos en extremo sur del país para acompañar a los
compañeros de Sindicato Docente de Tierra del Fuego (Sutef), que en
un juicio escandaloso fueron condenados por participar de una
protesta por salarios en el año 2013.
"Orgullosos de ser
docentes, orgullosos de nuestras luchas, orgullosos de pertenecer al
Sutef", esa fue la frase más repetida por los 14 compañeros
que fueron condenados a penas que van entre 8 meses y dos años de
prisión por participar de una dura lucha en el año 2013 que incluyó
la ocupación pacífica de la casa de gobierno a fin de destrabar la
negociación salarial.
Todo el juicio fue un
armado escandaloso en donde la subordinación del Poder Judicial al
poder político resultaba evidente. Los funcionarios de gobierno
fueron desfilando por el estrado repitiendo una declaración que
previamente les habían enviado a sus correos. El único funcionario
que se atrevió a denunciar esto y demostró este burdo accionar...
¡fue procesado por falso testimonio!
La firme defensa de todos
los docentes procesados y el accionar de sus abogados logró mostrar
la arbitrariedad de la gran mayoría de las causas y bajar en forma
considerables las condenas que el gobierno y los jueces quería
aplicar. Para esto también fue fundamental la presión que
ejercieron frente a los tribunales durante todo el juicio una
importante cantidad de compañeros de las escuelas de Ushuaia junto a
delegados docentes y de la UOM (Unión Obrera Metalúrgica) de Río
Grande que acompañaron siempre con su presencia y sus bombos.
El día miércoles
estuvimos también representantes de los docentes de Amsafe Rosario,
de Adosac (Santa Cruz), del Suteba Matanza, de gremios de Santiago
del Estero y de Formosa.
La sensación en el
multitudinario acto luego de las condenas era contradictoria: por un
lado se percibía una sensación de triunfo porque se había puesto
al descubierto toda la arbitrariedad de la "justicia" y las
condenas habían sido rebajadas y ninguna era de cumplimiento
efectivo. Pero también flotaba la preocupación que significa tener
14 compañeros condenados, empezando por el Secretario General del
gremio Horacio Catena que recibió la condena más alta: dos años de
prisión. Como bien graficó otro de los condenados: "este es un
gran circo, pero la verdad es que no me resulta gracioso".
Más grave aún resulta
la situación si valoramos que vamos a un año difícil, de luchas
para enfrentar los ajustes que quieren plantear desde el poder
político y económico. No podemos aceptar la política de
criminalizar la protesta social.
Asociación Gremial del
Magisterio de la Provincia de Santa Fe (Amsafe), seccional Rosario
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