(Middle East Eye, traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández, Barcelona, sábado 5 de septiembre de 2015)- Hay más de trece millones de niños sin poder acceder a la educación a causa de los conflictos en Oriente Medio, según declaraciones de la ONU del pasado jueves, que ha advertido que “las esperanzas de toda una generación” se desvanecerían como no puedan volver a las aulas.
En un informe sobre el impacto del conflicto en la educación en seis países y territorios de toda la región, el Fondo para la Infancia de las Naciones Unidas, UNICEF, dijo que había más de 8.850 colegios que ya no podían utilizarse a causa de la violencia y la destrucción.
Detallaba casos de estudiantes y profesores bajo fuego directo, aulas utilizadas como refugios improvisados y niños que tienen que atravesar líneas activas del frente para poder realizar sus exámenes.
“Los niños de toda la región están padeciendo el destructivo impacto del conflicto”, dijo Peter Salama, director regional de UNICEF para Oriente Medio y Norte de África.
“No se trata sólo de los daños materiales en los colegios sino de la desesperación experimentada por toda una generación de escolares que ven sus esperanzas y futuro hechos añicos.”
Sólo el pasado año, UNICEF documentó 214 ataques contra colegios en Siria, Iraq, Libia, los Territorios Palestinos, Sudán y Yemen.
En Siria, dijo, la educación estaba pagando un “precio brutal” tras cuatro años y medio de conflicto.
Uno de cada cuatro colegios ha tenido que cerrarse desde que estalló el conflicto, provocando que más de dos millones de niños tengan que abandonar la enseñanza y que casi medio millón puedan perder la escolarización.
Además, más de 52.000 profesores han dejado sus puestos, por lo que el sistema educativo del país se ha desmoronado ante la grave carencia de personal adecuadamente preparado.
“Incluso esos profesores sirios que han terminado convertidos en refugiados en otros países están enfrentando una serie de obstáculos que les impiden trabajar”, decía el informe.
Las escuelas ya no son un lugar seguro
UNICEF dijo que uno de los peores ataques directos contra un colegio en la región se produjo en Yemen, donde 13 miembros del equipo escolar y cuatro niños murieron asesinados en un ataque contra la sala de profesores en la ciudad de Amran, al oeste del país.
“El asesinato, secuestro y arresto arbitrario de estudiantes, profesores y personal educativo se han convertido en algo habitual en la región”, decía el informe.
Cientos de colegios e institutos yemeníes están cerrados desde marzo, cuando una coalición liderada por Arabia Saudí empezó a lanzar ataques aéreos contra los combatientes huthíes que se habían apoderado de la capital, Sanaa, y diversas partes del país.
Según los residentes, las fuerzas de combate han requisado en Yemen al menos siete colegios para utilizarlos como barracas improvisadas o refugios para familias desplazadas.
“Los huthíes han convertido las escuelas en barracones, privando a los estudiantes del segundo semestre del año escolar”, declaró a AFP un profesor de Sanaa que decía llamarse AbdelHakim.
AbdelRab Hassan, director de un colegio de la capital, dijo que “se habían instalado tanques y ametralladoras antiaéreas en los colegios” desde que estallaron los combates en marzo.
En la Franja de Gaza, que sufrió una letal ofensiva militar israelí que duró 51 días el pasado año, la ONU dijo que al menos había 281 colegios que habían sufrido daños y otros ocho habían quedado “completamente destruidos” por los ataques israelíes.
“Mis hijos resultaron heridos en un colegio. Tuvieron que ver personas heridas sin manos o piernas, con terribles heridas en rostros y ojos”, el informe citaba las declaraciones de Nivin, madre de dos niños de Gaza.
“Ya no sienten que el colegio es un lugar seguro”.
Una generación en la cuerda floja
UNICEF dijo que la violencia en Iraq, donde las fuerzas progubernamentales están combatiendo al grupo del Estado Islámico, ha tenido un grave impacto en la escolarización de al menos 950.000 niños.
Detalló cómo 1.200 colegios de las comunidades iraquíes se han convertido en refugio para los desplazados por la violencia, con hasta nueve familias por aula que preparan sus comidas en los patios.
El conflicto ha afectado también a los escolares de Libia, país que sigue tambaleándose desde el derrocamiento en 2011 del dictador Muamar Gadafi, con más de la mitad de los desplazados en medio de un caos en el que sus niños no pueden asistir a clase.
En la segunda ciudad del país, Bengazi, la ONU dijo que sólo 65 de los 239 colegios existentes siguen aún en funcionamiento.
En Sudán, la agencia dijo que las altas cifras de familias internamente desplazadas que huyen de la violencia en Darfur y de los estados del sur de Kordofan estaban creando una presión insostenible en la débil infraestructura escolar.
UNICEF hizo un llamamiento para que se mejoraran los servicios educativos informales en los países afectados por los cierres de colegios y que las naciones donantes priorizaran la financiación de la educación por todo Oriente Medio.
“Con más de 13 millones de niños expulsados de las aulas por los conflictos, no es exagerado decir que las perspectivas de educación de toda una generación de niños penden de un hilo.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario