Un nuevo escándalo
envuelve a la actual gestión del PRO en nuestra ciudad. El gobierno porteño ha
realizado contrataciones millonarias de manera irregular, sin licitación, y
para la adquisición de servicios de dudosa utilidad. Se trata, como es público,
de los negocios entre la actual gestión y “La Usina Producciones”, empresa de
la que se desconoce siquiera su existencia real y que es propiedad de quien
fuera hasta hace días candidato a diputado del PRO bonaerense, Fernando
Niembro. Esta empresa ligada al gobierno se vio favorecida con más de un
centenar de contrataciones por $23.000.000 en rubros diversos, como encuestas,
sondeos, publicidad, etc. Los contratantes son la Jefatura de Gobierno porteña,
pero también los ministerios de Espacio Público, de Desarrollo Social, de
Modernización, de Salud y nuestra patronal: el Ministerio de Educación.
Así, la gestión que nos
habla de transparencia reafirma un modo de gobernar: se ubica de ambos lados
del mostrador, repartiendo dineros públicos como funcionarios y recibiéndolos
como empresarios. El mismo Ministerio de Educación que promueve la separación
de su cargo arbitrariamente a docentes, como nuestras compañeras Elsa y
Alejandra del JIC nº 2 de Flores, es la que ha entregado $300.000 a la empresa
fantasma de uno de sus candidatos a diputados mediante diez contratos (“Niembro consiguió contratos con el ministerio de Educación porteño por más de
300 mil pesos”, TELAM, 4 de septiembre de 2015). El mismo Ministerio de Modernización porteño
que precariza a trabajadores del estado y trata de impedir que elijamos
delegados democráticamente, otorgó decenas de contrataciones a esta empresa de
publicidad que, a todas luces, se presenta como una herramienta para desviar
fondos. Evidentemente, el marketing es muy importante para esta gestión. Pero
esto, también, tiene sus límites.
La educación privada:
un “caso Niembro” a diario
La política de
subsidios sin control alguno a empresarios es un signo de esta gestión. Pero el
bloque del PRO no es el único que la sostiene. Para poner un ejemplo, los
subsidios a la enseñanza privada en CABA recibieron a finales de agosto una
partida presupuestaria “extra” votada por la Legislatura porteña. Así se
destinó a las escuelas particulares, empresas educativas y confesiones
religiosas la friolera de $ 450.000.000 sobre lo ya aportado. Es decir, que
durante 2015, la enseñanza privada recibirá subsidios por casi 3.300 millones
de pesos, algo más de $18 millones por día de clases. Esta entrega, contracara
de la falta de recursos en las abarrotadas y deterioradas escuelas públicas, ha
sido votada por el PRO, pero también por los bloques del Frente para la
Victoria y ECO (“Macri engordó su billetera”, Página 12, 28 de agosto de 2015). Es
decir, que así como se han repartido escandalosamente y sin licitación más de
$23 millones a la empresa del socio político del PRO, Fernando Niembro, cabe
denunciar también la entrega de una cifra similar en el rubro educativo, que se
consuma casi a diario, y que asimismo se concreta de manera discrecional. Este
verdadero vaciamiento es y ha sido sistemáticamente denunciado por Ademys.
Sobre este punto, también, exigimos se investigue. Los fondos públicos que
faltan en nuestras escuelas son girados impunemente al sector privado cada
jornada de clases. Esta política de subsidiar con la pobreza de la escuela
pública a las empresas educativas debe finalizar.
La culpa no es del chancho
(solamente)
La exposición mediática
de los inexplicables contratos del ex candidato Fernando Niembro ha provocado
su renuncia a la primera candidatura legislativa bonaerense. Cabe preguntarse
qué destino correrán sus contratantes, aquellos que avalaron con su firma la
erogación injustificada de fondos públicos: los que le dieron de comer.
¿Actuará de oficio la Procuración porteña, órgano de disciplina de nuestra
ciudad para sus empleados? ¿Separarán del cargo a ministros y miembros del
ejecutivo que estamparon su firma en esos vergonzosos contratos, como separaron
de sus puestos en tiempo récord a las maestras del JIC 2 del 12º? El ministro
de Educación porteño, responsable de la contratación de esta empresa en su
cartera por una cifra equivalente a 35 sueldos de maestro de grado, ¿no
considera oportuno dar un paso al costado, como hizo el periodista deportivo?
Los docentes esperamos
esas explicaciones. Esas que nos niegan cada vez que planteamos alguno de los
muchos problemas estructurales de nuestro sistema educativo, problemas
ocasionados por las políticas de vaciamiento que emanan desde los despachos de
los funcionarios. Y, como es nuestra costumbre cada vez que esas respuestas no
llegan, continuaremos movilizándonos para exigirlas.
Ademys (Asociación
Docente de Enseñanza Media y Superior)
Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, sábado 19 de septiembre de
2015
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