El
viernes 18 de septiembre la presidenta Cristina Fernández de
Kirchner inauguró el Hospital Germani, en la localidad de Laferrere,
del partido de La Matanza. La curiosidad de la inauguración,
subrayaron algunos medios locales, se debió a que ese centro
asistencial aún no está terminado.
No
es la primera vez, comentan los habitantes de la zona, que los
funcionarios inauguran lo que no se puede inaugurar., salvo para las
pantallas de los televisores Lo mismo ocurrió con el Hospital
Ballestrini, cuya cinta fue cortada cuatro veces en los últimos
años, y aún hoy no cumple con las condiciones mínimas para poder
atender a los vecinos.
Por
si fuera poco, a esta denuncia se sumó otra peor. Docentes de
diferentes colegios de la zona informaron que fueron obligados por
los punteros a llevar a los alumnos al acto del que participó la
jefa de Estado. No se trató de una simple sugerencia, aseguró la
angustiada protesta,sino de amenazas que rozaron la agresión física.
Escuelas
que se cierran para forzar a sus maestros y estudiantes a concurrir a
hospitales de cartón pintado que se propagandizan por su calidad
propia del Primer Mundo. Sin duda esa mañana los chicos aprendieron
mucho sobre la Argentina de carne y hueso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario