Ya desde hace años resolvimos que el pañuelo blanco -ese símbolo de lucha, de resistencia, de entereza, de amor- tuviera un lugar central en el frente de nuestra sede gremial.
Pero la cría de la dictadura sigue presente; los autoritarios, los negacionistas, los nostálgicos de los años más oscuros de nuestra historia reciente se encargaron en varias ocasiones de vandalizar el frente manchándolo con pintura negra ya en tres ocasiones.
Nos habíamos propuesto arreglarlo para el 10 de diciembre, Día de los DDHH (Derechos Humanos). No llegamos a tiempo. Pero, con algo de la tozudez que aprendimos de las Madres, hoy el pañuelo volvió a su lugar.
Gracias Silvia Quiroga por tu valioso trabajo.
AMSAFE (Asociación del Magisterio de la provincia de Santa Fe), seccional Rosario
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