El decreto presidencia
excluye explícitamente a la docencia universitaria y preuniversitaria, algo que
resulta inexplicable dado que las y los docentes de las Universidades
Nacionales dependemos de la administración pública federal. Esto sumado a que
en estos casi dos años de pandemia, seguimos sosteniendo la educación
universitaria a más de un millón y medio de estudiantes, desde nuestros hogares
y con nuestros recursos. Tarea que no fue valorada en su justa medida.
Recordamos que venimos
de firmar una paritaria de revisión salarial en la que el Ministerio de
Educación ofertó, como última posibilidad un bono de 2500 pesos.
Ante esta injusta
discriminación, CONADU Histórica
exige al gobierno nacional la inmediata inclusión de nuestro sector, cuyos
ingresos siguen postergados.
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