El comportamiento
actual indica que al terminar 2021 sumarán 125 millones de empleos los
perdidos, con grandes diferencias entre los países pobres y ricos.
La recuperación
desigual estanca la actividad laboral, dijo la agencia especializada en el
trabajo, que atribuye el atraso del repunte en las naciones pobres a la falta
de acceso a las vacunas y los estímulos fiscales.
“Es dramático que estas
tendencias vengan determinadas por la desigualdad de la distribución de las
vacunas y de la capacidad fiscal, y es acuciante solucionar ambos aspectos”,
dijo el director general de la agencia, Guy Ryder.
Para la OIT, los
desequilibrios podrían contrarrestarse aumentando el nivel de solidaridad
mundial en torno a las vacunas, ya que si los países de ingreso bajo tuvieran
el mismo acceso a las inmunizaciones, la recuperación de las horas de trabajo
se equipararía a la de las economías más ricas en poco más de un trimestre.
En cuanto a los
paquetes de estímulo fiscal, el organismo subrayó que el 86 por ciento de los
apoyos globales se concentran en las naciones de ingreso alto.
También como
consecuencia de la pandemia, esa organización prevé un ensanchamiento de la
brecha de productividad entre los países avanzados y en desarrollo a niveles
superiores a la existente en 2005.
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