Al parecer no se ha
establecido un protocolo, para las empresas funerarias, para el tratamiento de
fallecidxs con COVID-19 y, si se estableció, no todas lo tienen o lo cumplen.
Por esta razón, las familias deben esperar el resultado del test de la persona
fallecida (que puede tardar varios días) para que sea retirado el cuerpo del
hogar, siempre y cuando el test le dé negativo.
Queda a vista la
gravedad de estas situaciones, que le impone, a las familias, más dolor y
desesperación y las expone a situaciones de graves consecuencias sanitarias,
más aún si tenemos en cuenta la enorme cantidad de testeos que se realizan
diariamente, razón por la cual los resultados se demoran entre 2 y 3 días, en
los que la personas fallecida permanece en el hogar.
Por lo tanto,
demandamos, al Gobierno de la Provincia que solucione inmediatamente esta
situación. Un aspecto más, que queda sin resolver, en medio de una situación de
desatención a la población y a las y los trabajadores de salud que, como se
viene denunciando hace tiempo, desde sus propias asociaciones sindicales y
profesionales, carecen de los elementos de protección personal, de la calidad
que las normas indican y de los elementos básicos para hacer su trabajo. Un
sistema colapsado y un gobierno que no demuestra capacidad para resolver la
situación.
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