(Por Amanda Martín, secretaria
gremial de Ademys -Asociación Docente de
Enseñanza Media y Superior-, Tribuna
Docente, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sábado 13 de junio de 2020)- A
raíz de una denuncia de una familia de la escuela media “Rodolfo Walsh” del
barrio de Villa Pueyrredón, cuestionando el contenido de una película trabajada
en el marco de la ESI que abordaba el respeto a la diversidad sexual y la
identidad de género, se pretende avanzar contra un docente “sugiriendo” la
separación del cargo del mismo. Si se formaliza esa decisión constituiría un
grave antecedente para todo el cuerpo docente que se empeña en enseñar
educación sexual desde una perspectiva laica y científica, un aval del Estado
para que las Iglesias, por la vía de las familias, interfieran en la enseñanza
pública del país. Esto ya está generando una fuerte campaña que tenemos que
apoyar.
Vale recordar que estos
atropellos han sido materia de denuncia de las estudiantes y docentes con
motivo de la lucha por el aborto legal, seguro y gratuito en el año 2018. La
campaña conocida como “Con mis hijos no te metas” cobró forma con persecuciones
contra las jóvenes y profesoras que llevaban pañuelo verde a las escuelas. No
es casual entonces que el acto administrativo contra el docente haya sido
abierto justamente en el 2018 y ahora “reaparezca” recargado planteando pedido
de informes y acciones de separación.
La campaña reaccionaria
que recorre toda Latinoamérica es tan solo la punta del iceberg de una avanzada
de las iglesias evangélicas y católicas contra los derechos de las mujeres y
diversidades sexuales. Su expresión más concreta es la traba a la modificación
misma de la Ley Nacional en su artículo quinto que permite el dictado de la ley
adaptada a cada “cosmovisión” de las comunidades de las escuelas confesionales,
pero que por el poder y el lobby de las iglesias en la Argentina tiene
influencia en todo el sistema educativo nacional.
Las iglesias se
movilizaron fuera del Congreso con esa misión: que no avance la ESI y por lo
tanto que siga todo como está. Los límites de la actual legislación crean el
terreno para que progrese también este tipo de persecuciones en las escuelas
públicas, que no podemos permitir.
En la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires, donde posiblemente haya sido el epicentro de la “marea verde”,
hay una lucha constante por defender la enseñanza de la ESI, aun contra el
Estado y los gobiernos que tienen estos tipos de acuerdos con las Iglesias.
Por esta razón en pocos días miles de firmas se sumaron a
acompañar el pedido de la comunidad educativa de la escuela media exigiendo que
se cierren los expedientes y se retiren todo tipo de sanciones o avances contra
el docente. La campaña ahora se propone llegar a un pronunciamiento masivo
de personalidades del ámbito de la cultura, sindicatos y legisladores para
expresarle directamente al gobierno que retire los expedientes y de modo
general sea un apoyo a la lucha de la juventud y de la docencia por el derecho
a recibir una educación sexual de contenido laico, científico y respetuosa de
la diversidad sexual.
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