Buenos Aires,
viernes 10 de mayo de 2013
El pueblo argentino
asiste, nuevamente, a una corrida contra la moneda nacional, como lo refleja la
disparada del dólar. Los reclamos para devaluar se multiplican, y provienen de
la clases dominantes y sus partidos. Para los trabajadores y el pueblo, una
devaluación sería un brutal ataque, pues desvalorizaría todavía los salarios y
jubilaciones, ya castigados por el ajuste inflacionario.
El gobierno dice
rechazar esta orientación, pero banca a la Bolsa y los bancos -que la
"juntan en pala" según la propia Presidenta-. Ahora, impulsa un
premio extraordinario a los especuladores, con un blanqueo de dinero negro.
Empresarios evasores, y hasta narcotraficantes o tratantes de personas serán
premiados por las medidas oficiales, con el perdón de los impuestos impagos, y
la "legalización" de sus fondos mal habidos o criminales. El gobierno
pone "blanco sobre negro" su orientación social: para las patronales
y los monopolios, premio a la evasión; los trabajadores, jubilados o
desocupados, por el contrario, tributan el IVA sin excepción. A la vez, dos
millones pagan un impuesto al salario, cínicamente llamado "a las
ganancias".
El pago de la deuda
externa sigue implicando una sangría incesante para los recursos del país,
contrariamente a lo que dice el gobierno del INDEK. Para satisfacer a estos
verdaderos "buitres" es que el gobierno se desespera por conseguir
dólares. Hacia "adentro", la principal porción del presupuesto
público financia a los saqueadores del transporte y de la energía y a los
Lázaro Báez de la obra pública.
Mientras el gobierno K
intenta pilotear la crisis con estas medidas, sus pretendidos
"opositores" desde el centroizquierda a la derecha le exigen que vaya
a fondo con el ajuste y la devaluación. Desde el presidente del Banco Ciudad,
un macrista, hasta el gobernador de Santa Fe, reclamaron la devaluación del
peso.
La FUBA denuncia todas
estas variantes como antipopulares. Destacamos que tanto la política oficial
como la de su oposición tradicional implican invariablemente un ajuste. Por
eso, frente a la crisis actual oponemos a la política del gobierno las
reivindicaciones de defensa de los intereses de estudiantes y trabajadores:
-Aumento de emergencia
del presupuesto educativo.
-No al pago de la deuda
externa. Nacionalización de la banca y el comercio exterior, bajo control de
los trabajadores.
-Salario mínimo igual a
la canasta familiar.
-82% móvil para los
jubilados.
-Impuesto
extraordinario a la bolsa, los grandes capitales, terratenientes y bancos.
Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA)
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