Nos encontramos hoy con escuelas en las que grupos de alumnos y alumnas tienen enfrente un docente de idioma en forma virtual y un maestro o maestra de grado “cuidándolos” de manera presencial. Esto es un disparate más de un gobierno que maneja la educación como si fuera una empresa: contrata a una organización del exterior para que gerencie su obligación de asignar cargos docentes, evadiendo así toda su responsabilidad de garantizar profesoras y profesores titulados e idóneos para tal fin. Los docentes contratados están por fuera de todo marco regulatorio del sistema y pone a los y las maestras de grado en el lugar de meros cuidadores, sin respetar su especificidad.
Mediante esta modalidad, el gobierno no hace más que tirar por la borda todo lo que ha pregonado sobre la presencialidad; desestima lo importante que es para un niño o una niña la interacción presencial en el aprendizaje de una segunda lengua.
Una vez más estamos frente a una clara privatización del sistema educativo, con docentes tercerizados y precarizados. Un verdadero parche al sistema. La solución a este problema es más simple que la de contratar una empresa que resuelva los problemas que la Ministra no sabe cómo solucionar, o bien no quiere solucionar. Creemos que es fundamental y necesario “invertir” en los Profesorados. Es imperativo pensar en propuestas académicas de calidad, con un mayor cupo para estudiantes en los primeros años del profesorado de idiomas como así también mejorar las condiciones de trabajo y salariales para que más personas estén dispuestas a trabajar en la docencia.
Desde la UTE (Unión de los Trabajadores de la Educación) le exigimos al Gobierno de la Ciudad que dirija el presupuesto a la inversión en la carrera docente y no en malgastar el dinero que es para nuestra Educación Pública.
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