Frente al 15 por ciento de aumento del segundo semestre, paro de 48 horas contra el ajuste del gobierno de Chubut

Desde principios de mayo que el gobierno chubutense de Arcioni se mantiene firme en su propuesta de aumento del 15% cuotificado para el segundo semestre, con la diferencia de que esta vez el sindicato Atech (Asociación de los Trabajadores de la Educación de la provincia de Chubut) firmó el acuerdo sólo para el 5% del mes de julio, y la continuidad de las negociaciones.

A pesar del constante rechazo por parte de la docencia a esta propuesta de miseria, la ineludible renuncia de Florencia Peralta, en el marco de casos de intoxicación por inhalación de monóxido de carbono en dos escuelas, y la reaparición de José María Grazzini en el gabinete, un incondicional para Arcioni, sin experiencia en el área pero un garantista todo terreno, el gobierno arcionista continúa con su ofensiva contra la educación pública.

Como primera acción, Grazzini intentó maniobrar la medida de fuerza docente anunciada durante el receso -la reunión de paritaria salarial fue el 14/7- dictando la conciliación obligatoria, aunque ni Atech ni Sadop la acataron por no corresponder legalmente. El ministro ha puesto de manifiesto que “no se está pensando en los chicos y en la educación pública”.

Grazzini es el sexto ministro de Arcioni en Educación y, mientras tanto, se juzga a Graciela Cigudosa, exministra y hoy diputada oficialista, por causas de malversación de fondos públicos y sobreprecio, en lo que fueron las licitaciones para reparaciones de escuelas durante su gestión.

La política de ajuste arcionista

Lo ocurrido en la Escuela 7.719 de El Maitén, o en la 4 de Rawson, muestra la desidia estatal con las condiciones en las que se desarrollan las actividades escoalres. A pesar de que el gobierno pretende magnificar los $2.563 millones presupuestados en 2022 para refacciones, mantenimiento o ampliación de edificios escolares; ese número sólo representa el 5% de la deuda provincial. En el primer semestre se pagaron 71 millones de dólares, y aún restan 79 millones más para completar el 2022.

Los años venideros serán peores, si bien este año son 150 millones de dólares a liquidar, en 2023, además de la deuda, vencen los Bocade y habrá que cancelar los préstamos del gobierno nacional por la pandemia, estimando así un total (aproximado) de 221,9 millones de dólares (El Extremo Sur).

Este arrastre de tres décadas de endeudamiento tiene la complicidad política de todos los partidos del régimen: todos votan a favor de nuevos endeudamientos o reestructuraciones, sin que ello se evidencie en una mejora en las condiciones de vida de los chubutenses. Los próximos cuatro años la deuda ascenderá a más de 1.009 millones de dólares, por lo que Arcioni deja un panorama de profundización de ajuste para quien asuma.

El artículo completo que firma Julieta Rusconi puede leerse aquí.