El 2020 se acerca a su fin y la situación sanitaria, social, económica y educativa sigue siendo muy crítica.
Con inmensas
limitaciones la educación pública se sostuvo en la voluntad y compromiso de la
docencia y las familias.
Muy lejos estuvieron
las autoridades de garantizar lo que les correspondía. Ni conectividad y
soportes tecnológicos para docentes y alumnxs, ni planes de formación
adecuados, ni orientaciones político-pedagogicas claras, mientras se impulsa
una reforma laboral y educativa.
Más grave aún es la
situación de lxs jubiladxs que ven cómo se licuan sus ingresos o de lxs
reemplazantes (suplentes) que en algunos casos no lograron ningún ingreso
durante todo este año.
Quizás lo más grave sea
que las direcciones de las centrales sindicales nacionales y la gran mayoría de
las conducciones provinciales acuerdan con estas políticas de ajuste al
servicio del FMI y los acreedores de la deuda, en función de su subordinación a
los gobiernos.
Desde el Encuentro
Nacional de Docentes en Lucha llamamos a la docencia de todo el país a no bajar
los brazos. A seguir construyendo la resistencia desde las propias bases
docentes. A defender el salario, los derechos conquistados y la escuela
pública. En unidad con otros sectores en lucha y con la comunidad educativa
toda.
El viernes 11 nos
encontró unidxs en una nueva jornada de lucha.
Denunciamos cómo
estamos terminando el año y alertamos que así no empezamos.
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