Finalmente
llegó el triste momento en que, para cumplimentar con las
disposiciones burocráticas, se leyó la lista de los sobreseídos.
Así desfilaron los apellidos y nombres de Raúl Pascuarelli, ex
secretario de Seguridad de Neuquén; el ex jefe de la policía Carlos
Salazar; el ex subjefe de esa fuerza Moisés Soto, es decir varios ex
más una docena de agentes policiales.
En
resumen, los quince imputados en la causa Fuentealba II -sobre las
responsabilidades políticas y policiales por el crimen del docente
Carlos Fuentealba ocurrido durante una protesta gremial en 2007 y por
el cual fue condenado a prisión perpetua el policía Darío Poblete-
fueron declarados libres de culpa y cargo por la jueza de Garantías
de Neuquén, Ana Malvido. La magistrada desoyó el reclamo de
continuidad de la investigación que realizó la querella.
Después
del impacto y la mudez inicial, los docentes de la Asociación
Trabajadores de la Educación neuquina que se encontraban presentes
empezaron los primeros contactos con vistas a coordinar una marcha
contra la injusticia. Casi al mismo tiempo, cuando un periodista
local le pidió su opinión sobre la resolución judicial, Sandra
Rodríguez, la viuda de Fuentealba, se limito a decir: “la
impunidad no va a durar por siempre”.
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