sábado, 3 de mayo de 2014

Pata y pulmón

Finalmente la larga caminata de los docentes de la Puna llegó a su fin. En medio de la algarabía y las pancartas que sacudia el viento los recibieron con botellas de agua, galletitas y facturas cargadas de azúcar, como si se tratara de maratonistas callejeros que necesitan reponer energía.
Se sumaron ellos mismos antes de salir y la cifra dio casi ochenta; o sea que se trata de setenta y pico de maestros que todos los días dan sus clases en la extremo norte de la Argentina, allá en la puna salteña, pero que en esta ocasión, por primera vez en sus vidas, se convirtieron en noticia pues decidieron abandonar las aulas y hacer muchas leguas a pie como medida de protesta y propaganda, hasta llegar caminando a la Catedral Basílica para sumarse a sus miles de compañeros que allí acampan y reclaman un aumento salarial. Cinco mil quinientos pesos de básico.

Son procedentes de San Antonio de Los Cobres y de parejas de la zona recorrieron más de 150 kilómetros a pie para llegar a la ciudad de Salta, epicentro de la protesta de los maestros autoconvocados y en asamblea.

A pata”, dice una mujer, de guardapolvo alguna vez blanco y rostro enrojecido pero que no ha perdido la sonrisa, mientras se señala las zapatillas llenas de polvo cuando observa que una cámara del noticiero televisivo local la está filmando, “a pata y pulmón”.


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