A contrapelo de lo que suele suceder los comentaristas cinematográficos de muchos grandes medios norteamericanos vienen batiendo el parche para alabar esta vez no una clásica película comercial hollywoodense de mucha acción y grandes nombres, sino un documental. Los críticos un poco más serios afirman que el entusiasmo en realidad se explica por ciertas “sugerencias” del gobierno, dado que el filme en cuestión versa sobre el sistema educativo y culpa a los sindicatos de profesores de todos los males de la educación en el gran país del norte, y se muestra en favor de las llamadas “escuelas concertadas”.
El documental se llama Waiting for Superman (Esperando a Supermán), es obra del cineasta Davis Guggenheim, y ha causado conmoción en el mundo educativo yanqui por atacar de modo tan fuerte y directo a los sindicatos de maestros y profesores.
El presidente Barack Obama se ha pronunciado a favor de la película; la juzgó “emotiva” y “poderosa”. Mientras tanto los docentes organizados repudian la forma en que retrata a sus sindicatos y han convocado a que se la boicotée.
¡Pobre, Kal-el, hijo de Krypton! Si hubieras sabido cuántas atrocidades se han cometido en tu nombre seguramente hubieras preferido reventar allá lejos, en tu planeta de origen…
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