ATECH, UTRE CTERA y SADOP sostienen que se trata de un reclamo innegociable e irrenunciable tal como se planteara desde el principio, en la pauta salarial para el presente año, frente a la inflación incesante; como el reclamo diario del espacio por esa política de recomposición salarial, cuyo inicio lo representa el 7% anunciado para percibirse de manera simultánea a la cláusula gatillo, -con sueldos de octubre, los próximos a percibirse-, lo que arroja un total de un 16,4 % de incremento al valor del punto, abarcando a la totalidad de los docentes, activos y pasivos, traduciéndose en $ 8,606426 el valor del punto a partir del 1 del presente mes.
No sin expresar que
todo sigue siendo insuficiente en el contexto de grave crisis socioeconómica
que golpea a los trabajadores, y en particular a los de la educación,
postergados salarialmente desde años a esta parte, la docencia chaqueña
mayoritariamente ha resuelto tomar la última propuesta gubernamental el 26 de
marzo pasado. Propuesta que surgió luego de numerosas marchas multitudinarias
desde la organización y la unidad de los educadores chaqueños, a través del espacio,
haciendo que el Gobierno se moviera finalmente de sus dos primeras “ofertas”
paupérrimas de 10 % y de 12 % más montos en negro, con una negativa rotunda a
considerar, reconocer y mucho menos pagar la deuda 2020; a fijar piso de pauta
para el presente año dirigido en su totalidad al valor del punto, sueldo en
blanco, y mucho menos a establecer la cláusula gatillo. Y propuesta que
consistió en el reconocimiento y pago de la deuda 2020 –si bien no de la manera
óptima reclamada- con la creación de una bonificación de 800 puntos que queda
definitivamente incorporada al sueldo docente, que se actualiza cada vez que se
actualiza el valor del punto, y que una vez cancelada la deuda mencionada a
cada docente, igualmente continuará formando parte del salario de cada
trabajador de la educación –activos y jubilados-. Por cuerda separada al tema
deuda, se estableció un piso de pauta de un 34,6 % al valor del punto en su
totalidad, más la aplicación de la cláusula gatillo de carácter trimestral,
pagándose un 15 % con marzo y un 3 % con abril; y con el subrayado de que el
excedente por inflación del primer trimestre, que resultó ser un 2,6 % no se
computará para formar parte de la pauta para el segundo trimestre, sino que se
computa junto con nueva bonificación desde marzo, a cuenta de la deuda 2020.
Por lo que del mes de abril, en el mes de julio la cláusula gatillo corrigió un
7,5 % de desfasaje por inflación del segundo trimestre, la que se aplica
directamente sobre el valor del punto –sueldo en blanco-, que repercute sobre
todos los rubros del sueldo.
La cláusula gatillo con
la que el Gobierno debe cumplir, como consta en el acta del 26 de marzo,
suscripta por las entidades gremiales que hemos tomado la propuesta detallada,
los ministros de Hacienda; de Educación; el propio Gobernador de la Provincia,
y rubricada por la Dirección Provincial de Trabajo, es la herramienta válida
para que los docentes chaqueños no perdamos poder adquisitivo frente a la
inflación reinante. Si la inflación del presente año fuera de un 60 %, la
cláusula gatillo debe garantizar ese piso salarial a cada docente activo y
jubilado de la Provincia. Lo decíamos desde el Frente, y por ello el reclamo
diario, la demanda incluye no solo el mantenimiento del poder adquisitivo, sino
también la recuperación de poder adquisitivo perdido, en 2017, 2018, a lo que
el Gobierno había sumado el 2020 con su incumplimiento de la pauta definida
para entonces, pero nadie puede desconocer la importancia de la decisión de la
mayoría de la docencia de tomar la última propuesta, a través de las entidades
del espacio, resaltando la vital importancia de la cláusula gatillo para que la
inflación no siga pulverizando los salarios docentes.
En el año 2019, los
trabajadores de la educación de la Provincia, en el marco de un duro conflicto
educativo, viniendo de perder no menos del 50 % de los salarios en 2017 y 2018,
y convocada por el Frente Gremial ha salido a la calle de manera
multitudinaria, logrando entonces impulsado por el espacio, que prosperara un
paquete de medidas ante el Gobierno, en el que centralmente se establecía la
cláusula gatillo, cláusula con la que se cumplió, siendo el año 2019 el único
de los últimos años en el que no solo los docentes no hemos perdido frente a la
inflación galopante, sino que hasta hemos ganado dos y tres puntos a la misma,
de la mano de la permanentemente reclamada política de recomposición salarial.
Está claro que la docencia del Chaco ha internalizado la cláusula gatillo como
propia y no está dispuesta a renunciar a ella bajo ningún concepto, debiendo
saber el Gobierno que no tiene chances de volver a incumplir con ella; del
mismo modo que está claro que la docencia del Chaco está dispuesta a recuperar
el poder adquisitivo perdido en años anteriores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario