En ese sentido, en el día de ayer el gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) dio a conocer el nuevo protocolo: ahora frente a un caso sospechoso ya no se aislaría a la burbuja entera, sino solo el caso sospechoso hasta contar con un PCR negativo, si diera positivo recién ahí se aislaría a toda la burbuja. Para esto pueden pasar 48 horas. A la luz de lo sucedido en la escuela privada ORT están claros los riesgos que conlleva no prevenir frente a casos dudosos y continuar con el dictado de clases como si nada.
En ORT todo empezó con una decena de casos, hay familias que habían alertado la gravedad in situ y ni las autoridades de la escuela ni el gobierno de la Ciudad actuaron en virtud de los protocolos (aún siendo limitados) y cuando lo hicieron fue de manera tardía. No se informó rápidamente ni a los docentes ni a las familias de la situación, no se aislaron rápidamente los contactos estrechos, no se escuchó a los docentes sobre las alertas informadas, se cerró la institución tardíamente. Con el correr de los días, los casos fueron aumentando hasta llegar a 43 que es cuando saltó a la escena pública debido al cuestionamiento de muchas familias ante la falta de medidas. Actualmente están en 61 contagios, incluyendo algunos casos en la secundaria, pero aún testeando a docentes y estudiantes, número que todo indica seguirá subiendo.
Las autoridades de ORT Argentina son punta de lanza de la defensa de la presencialidad absoluta, impulsoras de las movilizaciones a favor de la orientación aperturista, aún en los momentos de picos más altos de la proliferación del virus, que han despedido a docentes por haberse plegado a un paro que pedía la suspensión de la presencialidad de manera provisoria en la peor crisis del coronavirus en CABA, que luego de una conciliación obligatoria de 23 días, confirmaron esos despidos, mostrando su absoluta intransigencia y su objetivo desarticulador contra la organización docente de dicha institución que venía alertando sobre la flexibilización de los protocolos y la progresiva eliminación de las distancias. Hoy, esta política está provocando una profunda crisis al interior de ORT y al mismo tiempo pone en cuestión los nuevos protocolos de Acuña que intentan imponer en el sistema educativo.
Nos solidarizamos con las familias y docentes de la escuela ORT primaria de la sede Belgrano y rechazamos esta nueva flexibilización de los protocolos que va en detrimento del cuidado de la comunidad educativa toda.
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