Acabamos de cerrar una
primera etapa de la lucha contra el trabajo gratuito en la UBA (Universidad
de Buenos Aires), la más extendida desde 2007, que termina con 1300 cargos con
salario para lxs docentes ad honorem en todo el país, de los cuales 875 cargos
se destinaron a la UBA. Hacemos este primer balance para compartir con nuestras
compañeras y compañeros, pero sobre todo para empezar a preparar la etapa que
se viene.
La
paritaria y la conquista de los 875 cargos en la UBA
Cuando nuestra asamblea
y el congreso de Conadu Histórica resolvió votar críticamente la paritaria 2019
lo hicimos por tres razones: a) el pase de todas las sumas no remunerativas ni
bonificables (imposición de la paritaria firmada por las burocracias en 2018 y
rechazada por la AGD y la CONADU H) al básico, b) la inclusión de dos cláusulas
gatillo (la segunda de las cuales tendremos que asegurar que se active en
marzo), y c) un fondo equivalente a 1000 cargos simples sin antigüedad que
terminaron siendo 875 cargos efectivos, para lxs docentes que en la UBA
trabajan sin salario.
Entonces señalamos que
875 puestos de trabajo asalariados, en
un cuadro de suspensiones, despidos y congelamiento de la planta, era no sólo
la conquista más importante desde 2005/7 sino que, además, abría la posibilidad
de utilizar esta conquista para imponer nuestra denuncia, organizar, movilizar
y poner en pie comisiones de docentes ad honorem.
Después de más de una
década, logramos que el Ministerio de Educación, el Rectorado y las gestiones
universitarias, responsables del trabajo gratuito y la precarización laboral de
la docencia universitaria, tuvieran que reconocer la existencia de 9600
docentes que trabajan sin salario en la UBA (una cifra que la AGD calcula en
muchísimo más) y que en cada Facultad, donde el tema ad honorem estaba obturado
o se traducía como un pasaje normal en la formación docente, debieran admitir
que se trata de un fraude laboral.
Denunciamos la
responsabilidad del trabajo gratuito en la UBA tanto al Ministerio de Educación
-y sus sucesivos planteles- como al Rectorado y las gestiones de todas las
facultades. Tuvieron que aprender, por
la fuerza del reclamo y la movilización, a deletrear “docente ad honorem”,
palabras que se negaban a pronunciar y cuya referencia concreta negaban o
maquillaban como un momento de aprendizaje.
Logramos también
movilizar a docentes que cargaban con varios años de antigüedad trabajando
gratis y que ahora resolvían organizarse, movilizarse y luchar junto con la AGD
para conquistar su derecho al salario.
En menos de un año logramos fortalecer comisiones ad honorem en algunas
facultades o conformarlas en otras.
Conseguimos,
finalmente, que aproximadamente 840 compañeras y compañeras sean designadxs.
Una
lucha, paso a paso
1) Junto con la Conadu
Histórica, fuimos los únicos que en la paritaria pusimos el tema no como
“saludo a la bandera” (como había sido en actas anteriores) sino como un punto
a concretar sí o sí. Y reclamamos que se incorporaran fondos especiales para
asalariar a los docentes de la UBA: el equivalente a 1000 cargos sin antigüedad
que, al final del proceso, serían 875 cargos con salario, antigüedad
correspondiente y, cuando se haga efectivo el primer pago, con retroactividad a
julio.
2) Desde entonces
convocamos a decenas de reuniones abiertas de docentes ad honorem en las
facultades con el objeto de conformar comisiones en cada Facultad. Se hicieron
reuniones centralizadas y por unidad académica, a veces con mayor o menor
participación de docentes ad honorem que se habían contactado y estaban
dispuestos a dar batalla. Si bien nos falta
para sumar más compañeras y compañeros y por extender estas comisiones a
todas las unidades académicas, tenemos el mejor terreno para las luchas del
próximo año.
3) La campaña de
empadronamiento de la AGD fue un instrumento para esta tarea de organización y
movilización de las y los docentes, que lanzamos abiertamente para preparar
listados de docentes ordenados por unidad académica y por antigüedad.
4) Al mismo tiempo, las
comisiones directivas y la Mesa Ejecutiva reclamamos en cada Facultad la
publicación del listado de sus docentes ad honorem. Un reclamo que por primera
vez en veinte años, conseguimos en tres facultades donde sus gestiones
difundieron listados. En algunos casos, en una de ellas especialmente, estaban
completamente mal confeccionados y con información inexacta (docentes que
habían dejado de ser ad honorem, etcétera).
5) La AGD y sus
comisiones directivas no aceptamos la distribución federativa del Rectorado
(aplicando criterios CIN) ni la conformación de un conjunto de 240 cargos que
se mantenían bajo la discrecionalidad del Rectorado, por la injusticia que
representaba dada la situación de las facultades. Como en 2005-2007, tuvimos el
obstáculo del Rectorado y de las gestiones que buscaron controlar los listados
previos y dar lugar a sus propuestas discrecionales. Con esa experiencia
resolvimos, a partir de las resoluciones de las reuniones generales de docentes
ad honorem y de las comisiones: a) presentar en cada unidad académica que
pudiéramos el listado de empadronados por AGD para que se incorporen a los
listados de la Facultad, b) frente a aquellos casos que no hubieran sido
aceptados o hubieran sido vetados sin motivo justificado, presentarlos en el
Rectorado para que entraran en los 240 cargos a distribuir para “casos
especiales”, según la discrecional resolución del Rectorado.
6) Las listas de lxs
docentes a designar por cada CD son desconocidas por la mayoría de lxs
trabajadorxs y por la AGD, un ocultamiento que se presta a manejos
discrecionales, cuestiones que ya hemos podido verificar allí donde obtuvimos
información. Denunciamos, por lo tanto, a las patronales que primero explotan el
trabajo gratuito y después no reconocen los derechos de esxs mismxs docentes
intentando manipular a su arbitrio los salarios conquistados por la lucha de
toda la docencia. Asimismo exigimos el inmediato pago de los salarios a los 875
puestos de trabajo con su retroactivo a julio ya que el dinero obra en la UBA
desde hace casi dos meses.
7) En este cuadro,
donde los listados exigidos no siempre se publican y donde los decanatos
ejercen la mayor arbitrariedad, defendemos el criterio de antigüedad contra las
gestiones que imponen su discrecionalidad como patronal y defendemos asimismo
el derecho de las comisiones ad honorem a elevar ante las autoridades los
empadronamientos públicos realizados y ordenados priorizando el criterio de
mayor antigüedad, a partir del valioso trabajo de les compañeres que se
empadronan, se organizan y batallan para derrotar el trabajo gratuito en
nuestra universidad.
8) La lucha que dimos
tuvo otras manifestaciones: más de cinco movilizaciones al Rectorado y decenas
al Consejo Directivo de Sociales, por los reclamos de las y los docentes de esa
Facultad, a quienes se les impuso un listado trucho armado por el Rectorado y
un sector de la gestión de esa Facultad en contra del listado debatido y
aprobado por una “mesa ad hoc” y por unanimidad del propio Consejo Directivo.
Una lucha que sigue abierta. Y que comprometió no solo a la Comisión ad honorem
y la AGD Sociales sino a toda la AGD. También desde AGD Filo logramos que el CD
de la facultad resuelva elevar el listado confeccionado por AGD y la comisión
Ad honorem.
En todo este proceso
confrontamos con el Rectorado y las gestiones. También con las burocracias
sindicales de Aduba y Feduba que estuvieron ausentes de todo el proceso.
A
seguirla, con más organización y movilización
Este logro de
aproximadamente 840 cargos con salario (faltan asignar los restantes y por eso
también estamos reclamando) ha preparado un terreno que no teníamos hace seis
meses atrás: ad honorem movilizados y algunas comisiones en funcionamiento y
fortalecidas. Por eso, con este primer paso, tenemos que extender la
organización, seguir empadronando a todxs y cada unx de lxs docentes ad honorem
de cada unidad académica, hacer consciente de que el trabajo gratuito es una
infamia y la conculcación del derecho más elemental de quien vive de su
trabajo, que no es un período de formación, siendo que se trata en todos los
casos de docentes graduadxs e incluso de posgraduadxs.
Nada de esto fue fácil.
Denuncias, reuniones y debates con autoridades de facultades y del rectorado,
movilización permanente. El 2020 será también un año de lucha por el conjunto
de nuestras reivindicaciones, especialmente si se concreta el congelamiento
salarial que se anuncia como parte del pacto social. El reciente intento de
afectar nuestro régimen jubilatorio pone de manifiesto la necesidad de estar en
estado de alerta y movilización. En este sentido, no hay tiempo que perder, por
eso la CONADU Histórica llevará su pliego de reivindicaciones a las nuevas
autoridades del Ministerio de Educación. Y, a partir de lo conquistado (siempre
de manera parcial) por la lucha, tenemos un camino ganado para dar nuevas
batallas para lograr lo que nos corresponde: terminar con el trabajo gratuito
en la UBA.
Mesa ejecutiva de la AGD UBA (Asociación Gremial Docente de la
Universidad de Buenos Aires)
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