En 2019 enfrentamos
numerosos atropellos de parte de las autoridades contra el CCT (Convenio
Colectivo de Trabajo) y nuestros derechos, pero hemos logrado avances importantes.
Avances en relación al artículo 14 (cobertura de vacantes transitorias y
definitivas); en el freno al reglamento de Evaluación para la permanencia en
los cargos que era ilegal al no haber sido tratado ni acordado en Paritaria; el
compromiso escrito de pase a planta de los contratados en la Fundación Miguel
Lillo, entre otros muchos temas.
Este año impulsamos y
apoyamos a los movimientos que rechazan el acuerdo de YMAD (Yacimiento Minero
Aguas de Dionisio) con la megaminería contaminante, y también al movimiento
contra el cupo en la Facultad de Medicina. Se lograron avances importantes en
ambos casos, que fortalecen las luchas por lograr definitivamente la ruptura
del vínculo entre UNT (Universidad de Tucumán) y la minería contaminante, y el
ingreso irrestricto en toda la UNT.
Pero 2019 fue también
un nuevo año de caída en nuestros salarios y nuestro poder adquisitivo. La
situación salarial, con varios puntos por detrás de la inflación, confirma lo
que hemos sostenido todo el tiempo desde ADIUNT
(Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad de Tucumán): que
la Paritaria, firmada por todas las federaciones, fue a la baja y que era un
error firmarla. Ni que hablar de la permanencia del impuesto a la Ganancias y
de la negativa del Rectorado de otorgar un bono extraordinario como otras UUNN
sí lo hicieron.
En 2020 las autoridades
locales seguramente van a insistir con las maniobras para no reconocer de
manera plena el CCT. A su vez, pretenden avanzar con un control biométrico, sin
garantizar condiciones adecuadas de trabajo a la docencia. Lo que reina en la
UNT es la precariedad edilicia, la falta de condiciones adecuadas de higiene y
seguridad, la carencia de recursos, de aulas, de laboratorios y un largo
etcétera. Ésto es lo urgente, la necesidad de aumentar el presupuesto y abrir
las cuentas de la UNT, reclamos que las autoridades nunca acompañaron o se
oponen directamente. Desde ADIUNT no vamos a aceptar que impongan un control
cuyas características rechaza la docencia.
También el año que
comienza asoma con algunas líneas que nos preocupan: la cuestión jubilatoria
que se ha abierto en los últimos días nos alerta sobre la importancia de
defender nuestras conquistas del 82% y del 85% móvil. O lo que está pasando en
Mendoza, una muestra de que la megaminería sigue intentando avanzar y que
nuestros pueblos van a tener que organizarse y resistir; el debate sobre
inflación y salarios, que adelanta la tensión que tendremos en torno a nuestra
paritaria.
Pero las y los
afiliadas/os de ADIUNT tenemos una amplia experiencia en desafíos.
2020 nos encontrará
nuevamente en la primera línea de todas estas luchas, como así también en la
preparación y en la organización de la conquista, de una vez por todas, de la
ciudadanía preuniversitaria; la plena vigencia del CCT; condiciones laborales
dignas y seguras; y por la erradicación en el ámbito de la UNT de la violencia
contra las mujeres.
El año entrante también
será el año del 20° aniversario de la creación de nuestro gremio. Felices
fiestas y un merecido descanso para la gran comunidad de luchadoras y
luchadores que forman nuestro gremio.
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