(Por Francisco Jueguen.
La Nación, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, jueves 15 de octubre de 2015)- nivel
de pobreza en la Argentina es por lo menos cinco veces más alto que lo que
informó el Gobierno antes de dejar de medirla, en 2013. No obstante, y aunque
existen dudas sobre los datos para calcular los ingresos oficiales de los
ciudadanos, tanto los técnicos de ATE como consultoras privadas estimaron que
la pobreza cayó en el primer semestre de 2015 con relación a un año atrás.
Las causas son
estadísticas y proselitistas, según afirmaron los consultados. En
primer lugar, la baja de la pobreza, que se ubicó en los niveles de 2013, tuvo
que ver con la fuerte devaluación y las subas de tarifas de gas y agua que
impulsó el año pasado el Gobierno. Tal licuación salarial -que llegó a cerca de
cinco puntos, según la UCA- se recuperó en parte este año con la apreciación
cambiaria y los planes de incentivación de la demanda en un año de campaña
electoral.
Según el índice elaborado
por ATE-Indec, la pobreza pasó del 25,5% del primer semestre de 2014 al 21,8%
en el mismo período de este año. Según sus cálculos, casi 5,8 millones de
personas son pobres. La indigencia, en tanto, afectó al 4,1% de los argentinos
(1,1 millones). Sin embargo, para la consultora privada Ecolatina, 1 de cada 4
argentinos (24,5%, casi dos puntos menos que un año atrás) era pobre en el
primer semestre del año, mientras que la indigencia afectó al 8,1% de los
habitantes (1,7 puntos menos que en 2014). Las discordancias son parte de las
consecuencias de la destrucción de las estadísticas públicas desde 2007.
El último dato oficial
publicado por el Indec fue en el primer semestre de 2013: la pobreza se ubicó
entonces en un 4,7%. Meses atrás, el Ministerio de Economía confirmó que dejó
de medirla. En ese momento se alegaron cuestiones técnicas ("problemas de
empalme"), sociológicos ("estigmatización", dijo el ministro
Kicillof) u opciones metodológicas, como sugirió Norberto Itzcovich, director
del Indec, que dijo que había "6000 formas diferentes de calcular la
pobreza", a pesar de que el Indec no publica ninguna. Semanas atrás, se difundió que el organismo trabajaba en un índice multidimensional, que
discontinuó este año porque reflejaba malos resultados.
"En todos los
informes que publicamos advertimos que desconocemos los efectos de los cambios
que la intervención introdujo en el cálculo sobre los ingresos. Vemos
componentes bastante extraños", analizó Cynthia Pok, ex directora de la
Encuesta Permanente de Hogares (EPH). "Hubo un impacto por la comparación
con una período en el que se registró una devaluación y, por otro lado, el
Gobierno inyectó este año mucho dinero y subsidios por el tema electoral",
señaló Marcela Almeida, ex coordinadora del IPC Nacional y delegada de ATE.
"El tipo de cambio
y las tarifas mostraron un salto importante a comienzos de 2014 acelerando la
inflación, lo que empeoró significativamente los indicadores
socioeconómicos", estimó un informe de Ecolatina, que agregó: "Este
año la inflación se desaceleró significativamente, producto del congelamiento
tarifario, el mayor atraso cambiario y un contexto internacional
deflacionario".
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