(Por Martín Torino. Cronista, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, jueves 20 de febrero de 2014)- En la misma escuela de La Boca que el gobierno porteño eligió para mostrar el lunes las aulas container, ayer a la tarde había 20 padres que forzaron la puerta a empujones y corrieron a los gritos hasta el patio para mostrarle a la prensa su rechazo a los tres nuevos módulos del jardín de infantes. La desaprobación se repitió por la mañana en el Lenguas Vivas de Palermo adonde familiares abuchearon al subsecretario de Educación, Carlos Regazzoni, durante una reunión, en la que el funcionario acordó que las aulas modulares que ubicó en el patio no se usarán para dictar clases.
Ni bien los padres entraron a las corridas en el jardín infantil 7 de Casa Amarilla, los dos funcionarios porteños presentes se retiraron. El director General de Infraestructura, Fernando Domínguez, cruzó a la plaza adonde dos padres le pedían que retiren las aulas container.“No hay nada que hablar”, respondió un asesor de Regazzoni. ¿Por qué no hay nada que hablar? ¿Por qué son tan soberbios?, retrucó una madre.
Con estos espacios, a dos semanas del inicio de clases, el ministro de Educación Esteban Bullrich quiere achicar la cifra de más de 7 mil chicos de nivel inicial sin cupo, tal como informó a la Justicia la semana anterior.
Hoy se reunirán las partes. Quieren que aceptemos los containers sí o sí y nos prometen que en un futuro van a ampliar el jardín, comentó Alhelí Sabate, cuya hija va al jardín.
El rechazo de los padres también se notó por la mañana en el Lengüitas de Palermo, adonde los padres se reunieron ayer con Regazzoni y otros funcionarios en la escuela a quienes abuchearon con gritos como mentirosos”o improvisados. La bronca comenzó el martes cuando la Ciudad colocó dos aulas modulares en el patio de juegos que además tenía medidas más chicas a las oficiales.
En la reunión, el subsecretario de Educación defendió las aulas modulares al decir que cuentan con una superficie de 42 m2, poseen un aislamiento térmico y tienen un sistema de calefacción y frío por medio de aire acondicionado de 6 mil frigorías.
Pero los padres lo rechazaron y acordaron una reasignación del espacio en la escuela. En esa línea, el rector Horacio Badaracco dispuso mudar la biblioteca a las aulas modulares y que los chicos de primer grado se muden al espacio vacío. Y por último ubicará a los de nivel inicial en tres aulas de primaria a las que todavía deberá aislar de los alumnos mayores.
El problema del Lenguas Vivas de Palermo se dio, según explican en la escuela, cuando a través de la inscripción online, el gobierno porteño le dio vacantes a 120 chicos más de nivel inicial para los que no había estructura. Ante esa emergencia, la Ciudad colocó dos de las seis aulas container y generó el rechazo de la comunidad. A pesar del acuerdo que lograron ayer, el rector sigue preocupado. El problema se traslada. El próximo año vamos a necesitar dos aulas para primer grado por la cantidad de chicos nuevos, reclamó el rector.
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