(El Día. La Plata, jueves 6 de febrero de 2014)- Los gremios docentes nacionales enrolados en la CGT oficialista que encabeza Antonio Caló ‘respondieron’ al reto de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner al sector sindical con un duro comunicado donde se declaran en estado de alerta y, por si fuera poco, piden un incremento del salario inicial (de bolsillo) del 61 por ciento. Esa cifra -la primera que dejan trascender los gremios docentes con representatividad a nivel nacional- implicaría pasar de los 3.416 pesos que hoy cobra un maestro que recién se inicia a un sueldo de bolsillo de 5.500 pesos. “Disponemos un estado de alerta ante la falta de convocatoria a la paritaria federal docente. Además, exigimos un salario de 5.500 pesos para el sueldo inicial, anticipando el comienzo de un plan de lucha si no se escuchan nuestras demandas”.
Así comienza el comunicado que dieron a conocer los cuatro gremios docentes de la CGT de Antonio Caló. El secretario general de la Unión de Docentes Argentinos (Uda), Sergio Romero; su par de la Confederación de Educadores Argentinos (Cea), Fabián Felman; el titular del gremio que nuclea a los maestros de escuelas técnicas (Amet), Jorge Dobal, y el del Sindicato Argentino de Docentes Privados (Sadop), Mario Almirón, señalaron su “honda preocupación ante la ausencia de una convocatoria por parte del ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, para la reapertura de la paritaria federal docente”. En ese marco, los máximos referentes de las cuatro entidades realzaron que “los sindicatos defendemos este ámbito democrático y creado por ley para la discusión de las condiciones de trabajo, entre ellas, el salario de los docentes argentinos”.
Cabe destacar que tres de esas organizaciones -Uda, Sadop y Amet- integran en la Provincia el Frente Gremial Docente junto con el Suteba y la Feb, que ayer adelantó que la semana entrante comenzará a definir un plan de lucha (ver aparte). Volviendo al pronunciamiento de los sindicatos nacionales, las entidades especificaron que “la ausencia de una convocatoria por parte de la cartera educativa nos obliga a manifestarnos en favor de la recuperación del poder adquisitivo del salario, y exigir un monto de 5.500 pesos para el sueldo inicial testigo de un docente. Dicha cifra responde al objetivo de recuperar tanto la capacidad económica de los trabajadores –a la luz de la coyuntura-, como el significativo atraso que produjo la disposición unilateral de fijar el sueldo docente por decreto durante los inicios de los ciclos lectivos 2012 y 2013”. Y remataron: “Comprendiendo la gravedad de esta coyuntura es que los gremios seremos prudentes pero inflexibles a la hora de defender el salario. Es necesaria una convocatoria urgente para atender nuestro reclamo. De lo contrario, convocaremos a nuestros cuerpos orgánicos para la disposición de un plan de lucha que afecte sensiblemente el inicio de clases”.
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