"(...) Francia es el país con el mayor presupuesto dedicado al bienestar social. Ese sitial lo obtuvo después que hace una década el alemán Gerhard Schroeder, socialdemócrata como Hollande, anunció su Agenda 2010 que eliminó gran parte de esos beneficios con cuatro leyes de empleo (el paquete Hartz) que impuso el trabajo temporal o los minijobs con salarios topes de hasta 450 euros sin contribuciones sociales, algo que ya se extiende en España y la reducción temporal del subsidio al desocupado.
La Agenda incluyó por cierto el recorte de la prestación de los servicios públicos de sanidad y la irrupción de los copagos.
Si bien Alemania redujo hasta los mínimos el desempleo de 10% en 2005, hoy, según Eurostat (la central de estadísticas europeas), tiene 22% de los trabajadores por debajo del umbral de la pobreza.
Destruyó en esta década dos millones de empleos estables y creo más de cuatro millones de puestos precarios de baja calidad ("Mito y realidad de la Agenda 2010", La Vanguardia). Es el mismo camino del empleo en negro mal pagado que es un condimento decisivo en el modelo que defienden sus alucinados colegas del mito progresista latinoamericano.
Hollande, como Schroeder, cumple la tarea que Nicolás Sarkozy no logró llevar adelante.
Confronta una desocupación de 11% y una competitividad relativa frente a Alemania. Su programa reduce 50 mil millones de euros en los presupuestos sociales y baja otros 30 mil millones de aportes patronales. (...)"
Leer completo el bien interesante artículo de Marcelo Cantelmi aquí.
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