A la carga

Las imágenes son increíbles y perturbadoras. En una se ve a un chico de gorro amarillo tirado en piso, con el rostro duro y asustado mientras un policía lo tiene agarrado por el cuello; su mano semeja una garra enorme que parece querer quebrarle el cogote. La otra muestra a otro chico -chiquito como el anterior, apenas adolescente- empujado hacia un automóvil por otro policía, o el mismo, que le rodea desde atrás el cuello con su brazo grande y oscuro.

Fue el jueves 18 de mayo. Ocurrió cuando los estudiantes de la escuela Media 1 de Berisso se movilizaron hasta el municipio para reclamar una reunión con el intendente por los muchos problemas edilicios que se ensañan con su escuela. En esa ocasión fueron reprimidos por efectivos de la policía local y bonaerense, quienes se lanzaron a golpear a los ostensiblemente menores de edad para dispersar la concentración.

Se debe interpretar obligadamente que ésa es la única respuesta del gobierno municipal frente a la exigencia de los jóvenes alumnos, y que Jorge Nedela, intendente del radicalismo Cambiemos, se rehúsa a destinar el Fondo Educativo a lo que debe: el arreglo de establecimientos que se encuentran en estado deplorable

Los reclamos contra el derrumbe edilicio son generalizados en la región. Ventanas rotas, techos que se llueven, baños inundados, ausencia de calefacción... En numerosos colegios  de la zona se organizaron piquetes y abrazos para exigir obras y mobiliario que hasta ahora nunca llegaron cuando el invierno ya casi sí.

Se trata de la misma política de ajuste que quedó demostrada en la paritaria docente, y en la pelea que desde hace más de un mes llevan adelante los trabajadores de mantenimiento de la Dirección General de Cultura y Educación contra el vaciamiento del área de Obras.

Pero como la mentira también el miedo tiene a veces las patas cortas, sobre todo cuando la necesidad es grande. Horas después del traumático episodio los estudiantes de la Media 1 ya se estaban juntando de nuevo para organizar una movilización que repudiara la represión y les permitiera volver a la carga con los reclamos edilicios pendientes.