sábado, 4 de agosto de 2012

Movilización en reclamo de justicia por el asesinato de Mariano Ferreyra

Dice el sitio de la Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS) de la ciudad de Buenos Aires: “JUSTICIA POR MARIANO FERREYRA - Perpetua A Pedraza y toda la patota. Nos concentramos el lunes 6 de agosto, a las 8 horas en la Torre de los Ingleses (Retiro) para marchar a los Tribunales de Comodoro Py.
El 6 de agosto comenzará el juicio oral y público por el asesinato de Mariano Ferreyra y por las graves heridas sufridas por Elsa Rodríguez y otros trabajadores.
Es un juicio histórico porque en el banquillo de los acusados esta Pedraza, Secretario Gral de la Unión Ferroviaria, parte de la patota asesina y oficiales de la Policía Federal que liberaron la zona.
Mariano, un joven estudiante, militante del Partido Obrero fue asesinado por luchar junto a los trabajadores contra la tercerización laboral. Esta lucha que puso al descubierto los negocios de los subsidios entre la Unión Ferroviaria y la Secretaría de Trasporte del Gobierno Nacional.
La UGOFE, que fue parte de este negociado fue participe necesaria y colaboró con la patota pero no hay ninguno de sus directivos imputados.
Tal como lo venimos haciendo con marchas, cortes de calle, etc en todo el país tenemos que participar el lunes 6 en esta jornada de lucha por el castigo a los asesinos de Mariano y sus cómplices.
Convocan organizaciones sociales, políticas y de Derechos Humanos”.


 Dice el sitio de la Unión de los Trabajadores de la Educación (UTE-CTERA) de la ciudad de Buenos Aires: “El próximo lunes 6 de agosto comienza el juicio a los asesinos de Mariano Ferreyra en los Tribunales de Comodoro Py. A las 9:30 horas nos concentramos en Plaza Canadá, Av. Antártida Argentina y San Martín, para exigir juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales del crimen de Mariano”. Y reproduce la siguiente carta dirigida a los docentes y estudiantes porteños.

Para reflexionar a casi dos años de la muerte de Mariano Ferreyra.

¿Quién era Mariano Ferreyra?

Era un pibe introvertido, que abrazó la militancia política cuando apenas tenía 13 años.
Creció en Sarandí donde vivía con sus padres y su hermana menor. Terminó la primara y  fue presidente del Centro de Estudiantes en la escuela secundaria donde estudió.
Hijo de una familia de trabajadores, su mamá es maestra, Mariano se había interesado por el teatro, tocaba el órgano y estudiaba el CBC de la carrera de Historia. Había realizado un curso de tornería y había empezado a trabajar en un taller, aunque tiempo después quedó desocupado.
Además, colaboraba activamente con comedores sociales y participaba con convicción de marchas y movilizaciones estudiantiles.
Mariano tenía sólo 23 años y reclamaba mejores condiciones para compañeros que ni siquiera conocía.
El 20 de octubre de 2010 fue asesinado de un balazo durante una protesta de trabajadores tercerizados en el barrio porteño de Barracas, donde se exigía el pase a la planta permanente en la Línea Roca. ¿Por qué recordar y trabajar sobre la memoria de Mariano Ferreyra hoy en la escuela?
La escuela, sus docentes y estudiantes son la raíz de la memoria en un país. Pensar y reflexionar la historia, es también tener una mirada profunda de nuestro presente, y comprometernos con la realidad es el camino que debe transitar un pueblo para construir el país que sueña. Por estos motivos, la escuela debe estar presente y trabajar esta causa, que desde hace casi dos años, es una herida muy dolorosa para todos nosotros.
Los primeros días de agosto comienza el juicio por el asesinato de Mariano. Debemos tener presente su vida para que este tipo de hechos sean ser plenamente esclarecidos, los culpables y sus cómplices enjuiciados y las condenas cumplidas.
Cuando se lanzan acusaciones contra la juventud porque está inmersa en la violencia, el individualismo, el consumo superficial o en el paco; el testimonio de vida de Mariano significa una contracara ejemplar.
Para invitarnos a seguir pensando, estás palabras de Pablo Ferryera, hermano de Mariano, nos pueden ayudar: “Se puede ser militante toda la vida (empezar a los 15, 30, 40 ó 70 años) pero la juventud siempre va a ser recordada como esa etapa de mayor sensibilidad con las causas populares y las injusticias. Es una experiencia colectiva, de solidaridad y en la que uno se fusiona con la sociedad; es lo más gratificante”.
Nos proponemos seguir reflexionando, construyendo y soñando por un país con más justicia. Ese mismo por el que lucharon tantos hombres y mujeres como Carlos Fuentealba y Mariano Ferreyra.


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