Dice el sitio de la
Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior (ADEMyS) de la ciudad de
Buenos Aires: “JUSTICIA POR MARIANO FERREYRA - Perpetua A Pedraza y toda la
patota. Nos concentramos el lunes 6 de agosto, a las 8 horas en la Torre de los
Ingleses (Retiro) para marchar a los Tribunales de Comodoro Py.
El 6 de agosto
comenzará el juicio oral y público por el asesinato de Mariano Ferreyra y por
las graves heridas sufridas por Elsa Rodríguez y otros trabajadores.
Es un juicio histórico
porque en el banquillo de los acusados esta Pedraza, Secretario Gral de la
Unión Ferroviaria, parte de la patota asesina y oficiales de la Policía Federal
que liberaron la zona.
Mariano, un joven
estudiante, militante del Partido Obrero fue asesinado por luchar junto a los
trabajadores contra la tercerización laboral. Esta lucha que puso al
descubierto los negocios de los subsidios entre la Unión Ferroviaria y la
Secretaría de Trasporte del Gobierno Nacional.
La UGOFE, que fue parte
de este negociado fue participe necesaria y colaboró con la patota pero no hay
ninguno de sus directivos imputados.
Tal como lo venimos
haciendo con marchas, cortes de calle, etc en todo el país tenemos que
participar el lunes 6 en esta jornada de lucha por el castigo a los asesinos de
Mariano y sus cómplices.
Convocan organizaciones
sociales, políticas y de Derechos Humanos”.
Dice el sitio de la Unión
de los Trabajadores de la Educación (UTE-CTERA)
de la ciudad de Buenos Aires: “El próximo lunes 6 de agosto comienza el juicio
a los asesinos de Mariano Ferreyra en los Tribunales de Comodoro Py. A las 9:30
horas nos concentramos en Plaza Canadá, Av. Antártida Argentina y San Martín,
para exigir juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales del
crimen de Mariano”. Y reproduce la siguiente carta dirigida a los docentes y
estudiantes porteños.
Para reflexionar a casi
dos años de la muerte de Mariano Ferreyra.
¿Quién
era Mariano Ferreyra?
Era un pibe
introvertido, que abrazó la militancia política cuando apenas tenía 13 años.
Creció en Sarandí donde
vivía con sus padres y su hermana menor. Terminó la primara y fue presidente del Centro de Estudiantes en la
escuela secundaria donde estudió.
Hijo de una familia de
trabajadores, su mamá es maestra, Mariano se había interesado por el teatro, tocaba el órgano y estudiaba el CBC de la carrera de Historia. Había realizado
un curso de tornería y había empezado a trabajar en un taller, aunque tiempo después
quedó desocupado.
Además, colaboraba activamente
con comedores sociales y participaba con convicción de marchas y movilizaciones
estudiantiles.
Mariano tenía sólo 23
años y reclamaba mejores condiciones para compañeros que ni siquiera conocía.
El 20 de octubre de
2010 fue asesinado de un balazo durante una protesta de trabajadores
tercerizados en el barrio porteño de Barracas, donde se exigía el pase a la planta
permanente en la Línea Roca. ¿Por qué recordar y trabajar sobre la memoria de
Mariano Ferreyra hoy en la escuela?
La escuela, sus docentes
y estudiantes son la raíz de la memoria en un país. Pensar y reflexionar la
historia, es también tener una mirada profunda de nuestro presente, y comprometernos
con la realidad es el camino que debe transitar un pueblo para construir el
país que sueña. Por estos motivos, la escuela debe estar presente y trabajar
esta causa, que desde hace casi dos años, es una herida muy dolorosa para todos
nosotros.
Los primeros días de
agosto comienza el juicio por el asesinato de Mariano. Debemos tener presente
su vida para que este tipo de hechos sean ser plenamente esclarecidos, los culpables
y sus cómplices enjuiciados y las condenas cumplidas.
Cuando se lanzan
acusaciones contra la juventud porque está inmersa en la violencia, el individualismo,
el consumo superficial o en el paco; el testimonio de vida de Mariano significa
una contracara ejemplar.
Para invitarnos a
seguir pensando, estás palabras de Pablo Ferryera, hermano de Mariano, nos
pueden ayudar: “Se puede ser militante toda la vida (empezar a los 15, 30, 40 ó
70 años) pero la juventud siempre va a ser recordada como esa etapa de mayor
sensibilidad con las causas populares y las injusticias. Es una experiencia colectiva,
de solidaridad y en la que uno se fusiona con la sociedad; es lo más
gratificante”.
Nos proponemos seguir
reflexionando, construyendo y soñando por un país con más justicia. Ese mismo
por el que lucharon tantos hombres y mujeres como Carlos Fuentealba y Mariano
Ferreyra.
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