Advertimos que estos actos de violencia, que buscan amedrentar a quienes ejercemos el derecho democrático a la protesta, son peligrosamente alentados por los discursos de odio que en estos días pronuncian los propios funcionarios que tienen el deber de preservar en nuestro país las garantías constitucionales.
Lejos de ello, la mentira y la estigmatización del reclamo universitario son la única respuesta frente a las legítimas demandas de quienes nos negamos a aceptar la destrucción de la universidad pública.
Nos solidarizamos con las y los compañeros/as de ADU, con todas las Agrupaciones Estudiantiles y la comunidad académica de la UNLPam (Universidad Nacional de La Pampa), apoyamos su lucha, y reafirmamos la convocatoria a seguir organizándonos para defender la universidad pública, la democracia y la justicia social.
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