Desde CONADU Histórica hemos denunciado en reiteradas oportunidades que el porcentaje de incremento salarial que el gobierno impuso para el sector -con la anuencia de las demás organizaciones sindicales- es del 82% para todo el año mientras que la inflación proyectada para el mismo período es del orden del 100%. A pocos días de finalizar el presente ciclo lectivo, sin respuesta a las notas presentadas a la SPU para que se reúna la mesa de revisión y en una clara maniobra dilatoria, el Ministerio de Educación de la Nación sigue sin convocar a paritaria salarial. Una vez más, exigimos que se cumpla con las afirmaciones del presidente Fernández de que nuestros salarios no sólo no perderían respecto de la inflación, sino que la superarían.
Además, la situación salarial de nuestro sector se vio agravada porque no hubo un solo mes durante este año en el que se registrara una diferencia positiva entre aumento salarial e inflación. Si comparamos los haberes derivados de la pauta salarial impuesta y los que resultarían del cálculo de la inflación real demuestran que hemos perdido el equivalente a casi un salario, con la consecuente pérdida de poder adquisitivo equivalente a casi un sueldo. Este retraso salarial incide sobre el funcionamiento de las obras sociales universitarias y golpea, también, los haberes jubilatorios de la docencia universitaria y preuniversitaria.
La pérdida salarial, la crisis de las obras sociales universitarias y la baja de las jubilaciones ocurren en un contexto específico que está marcado por el compromiso del Gobierno Nacional con el FMI, legitimando así la deuda fraudulenta contraída por el macrismo. Las políticas de reducción del gasto público y de achicamiento del déficit del Estado se expresan de manera directa en las pautas salariales que no responden a las necesidades de quienes trabajamos en la Universidad Pública y, en general, en el Estado nacional. Así, el ahorro, en el presupuesto, por la pérdida mensual de nuestros salario se estima en alrededor de 40 mil millones de pesos, monto que va al capital financiero para hacer efectivo el pago de la deuda. Por ello, frente a la dilación y la falta de respuestas a los reclamos de recomposición salarial, el plenario de nuestra Federación definió impulsar el no inicio del ciclo lectivo 2023 en las Universidades Nacionales como continuidad del plan de acción gremial; esta medida se debatirá en las asambleas docentes de todo el país, y se definirá en un Congreso Extraordinario que se realizará en febrero.
Seguimos exigiendo:
● Convocatoria YA a la Mesa de Revisión Salarial
● Eliminación del Impuesto a las ganancias sobre nuestros salarios.
● Actualización de los haberes jubilatorios respetando el 82 % y el 85 % móvil.
● Refuerzo de emergencia para las obras sociales universitarias.
● Otorgamiento de un bono por única vez para compensar la pérdida salarial sufrida durante el año.
● Incorporación de Ayudantes de Segunda a la Garantía Salarial.
● Implementación del programa para docentes ad honorem y contratados.
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