La ficticia pauta
inflacionaria establecida en un 29%, según el presupuesto nacional, no tiene
otro objetivo que imponer un techo paritario. Pero los propios informes del
Banco Central hablan de una inflación que rondará el 50%. Así, los docentes
perderíamos 16 puntos de nuestro poder adquisitivo en 2021. Cabe recordar que
la perdida en 2020 superó el 10%.
Para
la docencia salarios de pobreza
El salario inicial para
un docente con jornada simple en marzo quedaría en $40.887. Es decir, por
debajo de la línea de pobreza (la canasta básica total de la ciudad en enero
estaba en los $54.366).
La ministra Acuña hace
hincapié en que los docentes de jornada completa alcanzan un inicial de
$81.744. Pero el propio gobierno, a través de la Dirección General de
Estadística y Censos (DGEyC), alerta que las familias que perciben un ingreso
menor de $83.500 están en una situación de fragilidad cercana a la pobreza.
Denunciamos además que
este planteo pretende naturalizar la situación actual de la docencia que debe
conseguir dos o tres cargos para afrontar las necesidades básicas. Esto supone
considerar que la jornada laboral del cargo es de 4 horas. Una falacia que no
atiende al enorme trabajo que los docentes realizamos por fuera de la escuela:
la planificación y preparación de clases y materiales, la corrección, la
formación docente, entre otras tareas. Pero, además, durante la pandemia se ha
agravado esta situación. Primeramente, durante la modalidad virtual y ahora en
la mixta se ha extendido e intensificando la jornada laboral de los trabajadores
de la educación. También se verifica un fenómeno preocupante: el crecimiento de
la desocupación en la docencia ante los obstáculos que impone el gobierno para
el acceso a los cargos como parte de su plan de ajuste. La virtualización de
los actos públicos agravó la falta de transparencia y dificultades en el acceso
a los cargos desde que el macrismo disolvió las juntas de clasificación docente
con vocales electos e impuso la Coreap. Sobre un cuadro de crisis sanitaria y
educativa que exige la ampliación de cargos, el gobierno retacea las suplencias
y cientos de docentes no pueden acceder a un puesto de trabajo.
El
verso del blanqueo para seguir achatando la escala salarial
La ministra Acuña
presenta engañosamente que los docentes con antigüedad cobrarán un salario
significativamente mayor. Pero la realidad es que los docentes hasta los 12
años de antigüedad cobran el mismo salario que alguien que se inicia. Esto
constituye una confirmación del achatamiento de la escala salarial. En relación
al supuesto blanqueo del salario que se llevaría adelante, lo cierto es que las
sumas que se incorporan como remunerativas, es decir pasibles de descuentos, no
serán bonificables, es decir que no se les aplica un plus por antigüedad.
El porcentaje
remunerativo del sueldo aumenta apenas a partir de los 12 años de antigüedad,
entre un 2 y 3 %, pero empeora para los salarios con menor antigüedad. Es así
que en octubre, un maestro de grado sin antigüedad va a cobrar casi el 55% de
su salario en negro, mientras en diciembre era el 50%.
En lo que se refiere al
blanqueo del material didáctico, lo que en realidad ocurre es que se absorbe la
suma fija del año pasado que ya era remunerativa a partir de los 12 años de
antigüedad. Como contracara el adicional especial, el ítem que más aumenta en
la propuesta, deja de ser remunerativo.
El básico aumenta sólo
un 30%. El decreto 483 que se hace proporcional al puntaje y aumenta un 37,8%
no es lo mismo que un aumento al básico porque tiene topes y no cuenta para el
plus por jerarquización. Entonces para los cargos de mayor puntaje el aumento
es menor, lo cual profundiza el achatamiento de la escala.
Para los docentes de
media se agrava porque el tope queda en 38hs. Anteriormente a partir de la hora
39 hasta la 48 se sumaban $100 por hora. En la propuesta del gobierno esto
desaparece. Para quienes tienen más de 38 horas el aumento será menor.
Los cargos con menos
puntos índice que el del maestro de grado (preceptores, bedeles, ADCM,
psicólogos, psicopedagogos y ayudantes de cátedra, entre otros) quedan muy por
debajo de la garantía mínima y, por lo tanto, no alcanzan el monto del salario
inicial de $40.887. Esta diferenciación salarial a la baja afecta a miles de
docentes.
Más allá de cómo el
gobierno lo presente, la realidad es brutal: el salario básico docente en la
Ciudad de Buenos Aires está por debajo de los $12.000.
Un
ataque al bolsillo que la burocracia convalida
Desde la primera
convocatoria del gobierno, Ademys (Asociación Docente de Enseñanza Media y
Superior) llevó el mandato de la asamblea abierta: una actualización del 50%
para toda la escala que llevaría el inicial a $55.000 pesos en la senda de la
recomposición salarial. Es por esto que rechazamos la propuesta de Acuña de
salarios de pobreza. Este método contrasta con el resto de los sindicatos que
acordaron sin ningún mandato para aceptar la propuesta del gobierno.
La UTE-Ctera declaró
que pondrá la propuesta a consideración de sus plenarios de delegados por
sector. El antecedente reciente en ocasión de la reapertura de escuelas es
ilustrativo sobre lo que esto significará. La conducción de UTE-Ctera fragmentó
la deliberación de la docencia en un cronograma de plenarios informativos en
los que no resolvió ninguna medida de lucha por las condiciones de apertura. Un
accionar que convalida el rumbo ajuste a la educación y el salario fijado por
Larreta.
El acuerdo de Ctera en
la mesa nacional siguió el mismo método.
Sin mandato alguno, se aceptó una paritaria a la baja con un rídiculo
plus de conectividad de $500 septiembre mientras los docentes venimos
sosteniendo la conectividad y los equipos para la virtualidad desde el año. El
acuerdo de espaldo a la docencia tuvo como contrapartidad el inicio conflictivo
en 14 jurisdicciones que manifiestan la gestación de un proceso de lucha en la
docencia.
En esta línea, la UTE
festejo el acuerdo de miseria que la Ctera firmó en la paritaria nacional con
Trotta, aún cuando para la docencia porteña eso implica un aumento del 2% a
cobrar recién en septiembre.
La burocracia sindical
está alineada con gobiernos que llevan adelante un plan de ajuste sobre los
trabajadores para garantizar los compromisos asumidos con el FMI y los
organismos de crédito internacional.
Vamos
por la continuidad del plan de lucha
El alcance de la pelea
por el salario y la reapertura con condiciones de las escuelas es nacional. La
docencia de la Ciudad debe darle continuidad al plan de lucha iniciado. En un
gremio en el que las mujeres son la amplia mayoría las reivindicaciones están a
la orden del día. El golpe al bolsillo docente, la ausencia de dispensa por
cuidados de menores o convivencia con pacientes de riesgo golpea a las mujeres
que son cabeza de hogar y sobre quienes recaen las tareas de cuidado.
Se impone la tarea de
desarrollar un plan de lucha nacional empalmando con las seccionales opositoras
y autoconvocatorias del resto del país junto al resto de los sindicatos
combativos. Las acciones de lucha callejera abren un canal para el desarrollo
de un movimiento que debe intervenir de forma independiente de las burocracias
y los gobiernos para defender la educación, la salud y el salario.
Vamos por:
Un 50% de aumento
inmediato para toda la escala. Salario inicial de $55.000. Cláusula de
actualización automática. Pase al básico de todas las sumas en negro o con
topes. Actualización de las asignaciones familiares. Derogación del impuesto a
las ganancias sobre los salarios. Seguro al docente sin cargo equivalente a un salario
inicial.
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