Desde ADIUNT hace años
que reclamamos por la estabilidad laboral de las y los investigadores
contratados. En 2019 la institución se comprometió en avanzar con las
regularizaciones, pero durante el año pasado no se produjeron los avances
prometidos y peor aún, en el caso de las colegas Picón, Amiune y Walther, se
renovaron sus contratos solo hasta el 31/03/2021.
¿Hace falta describir
cómo la pandemia cambió sus vidas?
A la preocupación por
la profundización repentina (y sin motivos) de su inestabilidad laboral, hay
que sumarle el año pandémico que atravesamos donde, como sabemos que pasó con
la mayoría de las mujeres investigadoras, las colegas sufrieron una recarga de
tareas de cuidado que dificultaron su desempeño habitual.
Las compañeras son
madres de niños pequeños. Cristina Picón tiene dos hijos menores, mientras que
María José Amiune es madre también de dos hijos, siendo uno de ellos un bebé de
7 meses. Gabriela Walther tiene un niña de 5 años.
Tuvieron que realizar
múltiples actividades en sus hogares desde marzo de 2020, llevar adelante la
crianza de sus hijos acompañando la educación virtual, y continuando con sus
investigaciones. Por supuesto que la situación de 2020 no se puede comparar con
otros años, es otro contexto. No se contaba con la posibilidad de estar en los
lugares de trabajo o de contar con el instrumental necesario. Sin embargo, las
colegas dieron continuidad a sus trabajos en tan difícil contexto.
En diciembre de 2020 se
les informa que sus contratos se renovarán solo hasta marzo de 2021, lo que nos
parece absolutamente injusto. Incluso a la Licenciada Amiune, estando de
licencia por maternidad, la citaron e hicieron firmar un contrato por 3 meses.
Se trata de una
injusticia que hasta el día de hoy no se revirtió, ocasionando graves daños a
nuestras compañeras en múltiples aspectos. ¿Imaginan lo que es no saber si vas
a seguir trabajando el mes que viene, siendo sostén de familia?
Importa señalar que
mantener a investigadores/as a través de contratos que se renuevan
periódicamente durante años, constituye una práctica de precarización laboral
que no estamos dispuestos a tolerar y que siempre combatimos.
Por eso decimos BASTA.
Reclamamos que, hasta tanto se regularice la situación de los contratados, se
renueven los contratos de las investigadoras Crisitina Picón, María José Amiune
y Gabriela Walther. Asimismo, reclamamos la urgente regularización de las/os
contratados por los mecanismos que fijó la paritaria local, en particular con
la participación en todo el proceso de veedores del gremio.
La estabilidad laboral
es un derecho de todas y todos.
ADIUNT
(Asociación de Docentes e Investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán)
y Fundación Miguel Lillo
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