A fines de febrero de
2020, el gobierno porteño presentó un acta salarial -acordada con los
sindicatos “amigos”- que establecía un “aumento” del 13% en los salarios,
pasando el sueldo mínimo para jornada simple de $29.006 a $32.800. Y una
segunda cuota de 7,5% desde julio (cuota que fue suspendida en base a la Ley de
Emergencia aprobada en la Legislatura y contra la cual Ademys -Asociación Docente de Enseñanza Media y Superior- fue el
único sindicato que se movilizó).
Un “aumento”
absolutamente insuficiente, en cuotas, con cifras en negro y sin ningún
mecanismo de compensación ante la inflación creciente, y que mantenía las
asignaciones familiares congeladas ($270 la asignación por hijo, por ejemplo,
cuando el monto de ANSES es de $3540).
Con datos de julio, la
inflación interanual trepa a 42,5% y el acumulado desde enero supera el 15%.
Estamos sufriendo un ajuste sobre el salario y las condiciones de vida de la
docencia. A esto debe sumarse la situación creciente de desocupación o
subocupación docente debido a la suspensión de clases y los actos públicos.
A mediados de julio, el
Ministerio de Educación informó a los sindicatos docentes que quedaba
suspendida la aplicación de la segunda cuota de “aumento” desconociendo lo
firmado por la propia gestión de gobierno. La “explicación” que dieron tenía
que ver con la recaudación, y avisaron que “por ahora” pueden garantizar
mantener el mismo salario que en el mes de junio, pero que, si la recaudación
seguía a la baja, tendrían que reverlo. Y ya en junio, miles de docentes
percibieron su aguinaldo en cuotas.
El dato que sirve de
referencia para nuestros reclamos es las propia información del IPCBA de julio
2020: el costo de la canasta de consumo para familia tipo (matrimonio con
vivienda propia y dos hijos) es de $ 55.700.
Por último, advertimos
que seguiremos alertas y movilizándonos por todas nuestras demandas, y que no
aceptaremos ningún tipo de oferta de aumento salarial como contrapartida de un
intento de vuelta a clases en pandemia.
– Aumento no menor a la
canasta básica familiar del IPCBA por un cargo de jornada simple
– 40% de aumento para
todas las escalas y cargos
– Pase al básico de
todas las sumas no remunerativas, no bonificables o con “topes” en su cobro
– Actualización mensual
–a partir de este salario- en base a la inflación
– Aumento inmediato de
asignaciones familiares equiparándolas con los montos de ANSES
– Derogación del
impuesto a las “ganancias” sobre los salarios
– Reincorporación
inmediata a todos los docentes cesados en pandemia.
– Ingreso de emergencia
para docentes sin cargo
– Basta de
precarización laboral, todos dentro del estatuto docente. Ninguna
discriminación salarial para los programas socioeducativos.
– No a la Unicaba
– En pandemia no
volvemos a la escuela presencial
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